La oscuridad provocada, en este caso, por el vandalismo, los hurtos y también accidentes de tráfico, tiene su impacto económico. La reposición de piezas del alumbrado público, tales como columnas, báculos, arquetas o cableado, le va a generar a las arcas municipales una factura superior a los 80.000 euros. Es el último gasto contemplado por el Ayuntamiento de la capital con el que cubre las actuaciones que, mediante dos contratos, pretende llevar a cabo en distintos puntos de la ciudad, tales como los paseos marítimos, Oliveros o la Vega de Acá.
Son zonas de la amplia relación esbozada por el área de Sostenibilidad Ambiental, desde donde se aborda este plan de puesta a punto del alumbrado público deteriorado.
En fase ya de licitación, el primer contrato, contempla la reposición de soportes de cuatro metros de altura de las farolas; columnas, de cuatro, siete y ocho metros; y báculos de acero galvanizado de ocho metros de altura con motivo, como recogen los pliegos de condiciones, de “diversos actos vandálicos, accidentes de tráfico o situaciones climatológicas adversas y al objeto de mantener los niveles de iluminancia” en la ciudad. En los paseos marítimos Carmen de Burgos y Retamar se van a instalar un total de 70 columnas, piezas que se suman a otras contempladas para Rambla, la Vega o Cuevas de Los Medina.
Este contrato, de un valor próximo de 33.000 euros, se suma a una segunda licitación para reponer elementos de las redes tanto de alimentación como de puesta a tierra, que han sido sustraídas. Son arquetas de registro, conductores y diferenciales en zonas como el Paseo de Ribera, El Puche o La Cañada. El gasto roza los 40.000 euros.
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