No es un borrón y cuenta nueva, pero el apretón de manos protagonizado por la concejal de Sostenibilidad Ambiental, Margarita Cobos, y el presidente de Comunidad General de Usuarios de las Aguas Depuradas de la EDAR de Almería (CGUAL), José Antonio Pérez, suaviza el duro pulso entre el Ayuntamiento y los regantes, encauzando de nuevo hacia la negociación el aporte extra de agua desalada al campo en el caso de que la depurada, sin los polémicos vertidos al mar, sea insuficiente para el riego de las 3.200 hectáreas de cultivo.

El apretón de manos entre Cobos y Pérez ha tenido como escenario la estación depuradora de El Bobar (EDAR), que abría sus puertas a los regantes que quisieran comprobar la ‘ruta del agua’ en un ambiente de mucha tensión, después de que la edil acusara la pasada semana directamente a CGUAL de tirar agua depurada, destinada en su totalidad al riego, al mar. Incluso tuvo que intervenir la Policía Local por un enfrentamiento entre asistentes.

Más de medio centenar de agricultores han acudido a esta 'ruta del agua depurada' por la EDAR de El Bobar

Representantes de las distintas asociaciones de regantes, organizaciones agrarias (Asaja y Coag), y agricultores a título particular, se sumaron a esta expedición, de más de medio centenar de personas, en la que Cobos estuvo acompañada de los técnicos de Aqualia y el concejal de Agricultura, y a la que se incorporaron grupos políticos. Fueron los testigos de la confrontación in situ de las dispares posturas que se han ido manifestando estos días atrás, así como de ese apretón de manos.

“Podemos tener diferencias, pero hay que buscar vías de encuentro y esto tiene que servir como punto de inflexión sin que la visceralidad sea tal que no hay retorno, cuando hay un campo necesitado de agua”, reconsidera el presidente de CGUAL, quien fue acompañado a su vez de un técnico al objeto de evidenciar que las instalaciones de la Comunidad no “tienen conexión con el emisario”, por lo que, eso sí, mantiene que “el agua depurada se ha estado tirando al mar por la instalaciones municipales”, cuando el acopio ha superado las necesidades hídricas de los cultivos antes del inicio de la campaña.

Cobos, por su parte, con la visita a la EDAR ha querido evidenciar la “transparencia” en la gestión y el uso que se hace del cien por cien del agua depurada en favor de CGUAL, por lo que esta ruta por la depuradora, si bien no ha esclarecido la responsabilidad de los polémicos vertidos, encauza la negociación. “Y si hay más necesidad de agua se ofrecerá agua desalada, pero no antes de que se haga un buen uso y al cien por cien del agua depurada que sale de estas instalaciones”, mantiene la edil.