El Córdoba superó al Almería (2-0) en un partido en el que el árbitro favoreció a los locales y cortó de raíz la reacción almeriense.

Con cerca de 20.000 aficionados en el estadio, el Córdoba salió enchufado y el primer cuarto de hora de juego René evitó los primeros tantos a disparos de Sergio Aguza y Álvaro Aguado desde la frontal. A los veinte minutos, fue Reyes el que tuvo el balón del primer gol tras una buena jugada por banda de los cordobesistas, pero Sulayman llegó para meter el pie y repeler a córner.

El dominio blanquiverde era claro y en el ecuador del primer tiempo marcaría Sergi Guardiola con la ayuda de un René tras aprovechar una perfecta asistencia de Fernández cabeceando atrás un centro desde la izquierda.

La euforia se desató en El Arcángel y el Almería acusó el golpe. A los hombres de Fernández les costaba llegar al área califal y los de Sandoval se dedicaban a tocar buscando espacios.

A cinco del descanso llegó el primer acercamiento peligroso de los almerienses en un centro desde la derecha que dejaba solo a Tino Costa dentro del área, pero el argentino no lo vio y en lugar de controlar y rematar cabeceó a las manos de Kieszek.

Con la victoria parcial se llegó al descanso y la segunda parte arrancó con un Almería en busca de la igualada y un Córdoba reservón intentando jugar con el marcador a favor.

Los almerienses comenzaron a acumular llegadas al área de Kieszek y en el min. 65 Juan Muñoz marcaba de cabeza, pero el tanto no subió al marcador al ser anulado por fuera de juego. Esto arruinó la reacción visitante. La respuesta del Córdoba fue inmediata para intimidar, con un gran disparo desde la frontal de Sergio Aguza que sacó de la escuadra René despejando a córner.

Esa acción hizo recobrar el dominio al Córdoba que volvió a tener varias llegadas peligrosas. Éstas además fueron en aumento cuando a dieciocho del final Sulayman veía la segunda tarjeta amarilla y el Almería se quedaba con diez.

De cualquier forma, pocas ocasiones hubo más hasta le final del partido, pero el Córdoba supo arrestar el último golpe cuando en el tercero de los minutos de añadido Quin Araujo marcaba el segundo tras una arrancada de 50 metros para no sólo dar el triunfo, sino también el coeficiente particular, que puede ser clave en la resolución final del campeonato.