real valladolid - ud almería

Solidarios con el rival (2-1)

  • Cómo no, la primera remontada de la campaña de un flojo y pitado Valladolid llega frente a un Almería desnortado tras el descanso

  • Los cambios no se enteran de que estaban en el césped

Como institución, el Almería ha estado de diez esta semana mostrando su rostro más solidario tras lo ocurrido con el joven Gabriel Cruz. Ahora, como equipo, estuvo ayer horrible, siendo caritativo otra vez más con un rival que pensaba más en el finiquito de Luis César Sampedro, que en conseguir la primera victoria de la temporada. Pero así es el Almería, así es la plantilla rojiblanca. Un conjunto de jugadores que sin ser exorcistas, son capaces de traer del más allá a rivales por mal que estén.

Es incomprensible cómo se le puede escapar al Almería una oportunidad tan importante de alejarse de los puestos de descenso. Con 0-1 y un Valladolid pitado durante 45 minutos, los rojiblancos se echaron atrás para defender mal. Es loable que un conjunto humilde se encierre si sabe defender. Es el manual de Lucas Alcaraz que suele dar resultado en equipo competentes. Sin embargo, en su tercera etapa aquí, obvia lo mal que manejan los encuentros con el marcador a favor, puesto que el entramado defensivo no es capaz de sostener al equipo. Y gracias a que René hace méritos para ser el mejor portero de la categoría.

La fase del calendario que acabó con Ramis no está siendo mucho mejor para Alcaraz

Si a los rojiblancos les marcan de cabeza a los tres minutos de juego, como hizo Sulayman en Zorrilla, quien más quien menos tiene claro que el choque se ha acabado. Es normal, en esta categoría defendiendo con orden, sin despistes y contragolpeando, cada gol es de oro. Pero de estas tres premisas, el Almería no cumplió ni una en tierras pucelanas. No había remontado ni un solo partido en toda la temporada el Valladolid, hasta que claro, llegaron los primos del sur y convirtieron en fiesta un partido que tenía pinta de tragedia para Sampedro, el exportero del Ferrol, que se enfrentó al Almería Club de Fútbol en la fase de ascenso a Segunda División en la temporada 1994-95. ¡Qué tiempos aquellos! Se sufría por ganar y estar arriba, no como ahora que cada partido es una agonía para no estar, año tras año, entre los cuatro peores de la categoría.

Es fácil relativizar la derrota cuando uno ve la clasificación y observa que los puestos de descenso, que marca la Cultural Leonesa, siguen a cinco puntos. Sin embargo, hay cambios sustanciales que provocan preocupación, sobre todo viendo la incapacidad almeriense para sacar adelante partidos que a ratos merece. Por un lado, el Córdoba va lanzado hacia arriba, con cuatro victorias consecutivas, algo que el Almería lleva sin conseguir más de un lustro. Esto puede provocar que no haya sólo un puesto de descenso en juego, como todo el mundo pensaba hace unas jornadas. Por otro, los rojiblancos muestran una sensación de endeblez que no se le ve al resto de sus competidores, aunque los aventaje por unos puntos en la tabla clasificatoria. Sin ir más lejos, el propio equipo califal venció al Valladolid hace unas semanas, la Cultural cayó siendo bastante mejor que el Cádiz, el Alcorcón es un equipo aguerrido diseñado precisamente para estar situaciones, el Reus casi ganas en Vallecas, ante un Rayo al que el Almería no le hizo ni cosquillas... Un punto de nueve, y con visita inminente a Reus, es para ser pesimista. La misma ronda de partidos que acabó con la era Ramis está sacando la peor versión del equipo de Lucas Alcaraz. Y eso que el equipo ha mejorado fuera de casa, consiguiendo más goles, pero es incapaz de mantener la tensión y la competitividad durante 90 minutos.

Sólo así se puede explicar la derrota de ayer. Bueno, también hay que mirar la nula aportación de hombres supuestamente importantes como Fidel, Lass, Juan Muñoz o Caballero, que no aportan absolutamente nada y están destrozando físicamente a once titulares, ya limitados de por sí.

De no ser por eso, lo normal era haberse llevado cómodamente la victoria de Pucela. Durante 50 minutos, con alguna tímida llegada de Mata, el partido estuvo más o menos controlado. Es normal que el Valladolid llegue por su calidad, pero estaba a raya porque los rojiblancos contraatacaban. Fue llegar el minuto 50, después de una doble ocasión fallada por Pozo y Sulayman, y el Almería fue glucosa en la boca de un rival que vivía en una pájara permanente. Dos cambios ofensivos blanquivioletas desectruturaron a los de Alcaraz, que poco a poco comenzaron a tambalearse tácticamente. Faltó carácter para frenar el ritmo local, tampoco demasiado alto, no vayan a pensarse, para coger el balón y decirle futbolísticamente al Valladolid que tú puedes atacar, pero yo también.

Como no lo hizo, los pucelanos se volcaron de forma desordenada y claro, el balón comenzó a estar permanentemente en el área de René. Era cuestión de tiempo que se produjeran sendos fallos para que el 0-1 se trasnformada en 2-1. Una falla de marca sobre Óscar Plano y una jugada aislada, mal defendida y con la defensa descolocada, acabó en Mata y, por ende, en gol. De nuevo de vacío, quizás sin merecerlo para muchos, pero lo cierto es que el fútbol consiste en que no te marquen uno más de los que marcas.

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