Segunda huelga de jueces en seis meses

Cabreo entre las togas

  • La segunda huelga de jueces y fiscales en seis meses vuelve a ser un éxito y coincide con la renuncia de Marchena a presidir el Supremo tras el escándalo del whatsapp de Cosidó

Los jueces Francisco Gutiérrez, Juan Antonio Calle Peña, y Juan Romeo, el pasado lunes durante la jornada de huelga de jueces y fiscales.

Los jueces Francisco Gutiérrez, Juan Antonio Calle Peña, y Juan Romeo, el pasado lunes durante la jornada de huelga de jueces y fiscales. / Pepo Herrera / EFE

Andan sus señorías de nuevo con la huelga para reclamar mejoras en la Justicia y también en sus condiciones de trabajo. Jueces y fiscales volvieron a colgar las togas durante la jornada del pasado lunes, como ya hicieron en mayo pasado, para reivindicar esas mejoras para que la Justicia no siga anclada en el pasado. El seguimiento ha sido de nuevo masivo: 3.234 jueces y 1.004 fiscales, lo que supone un seguimiento del 60,9% de la carrera judicial y el 40,1% de la carrera fiscal, respectivamente.

En Andalucía, la huelga fue secundada por 507 jueces y 253 fiscales, más de la mitad de ambas plantillas. En las secciones Penales de la Audiencia de Sevilla, el seguimiento fue prácticamente del 100%, sólo uno de los 23 magistrados no paró, y dos de los tres magistrados que conforman el tribunal que enjuicia el caso de los ERE se hallaban en situación de “servicios mínimos”.

Curiosa fue la fotografía tomada durante la concentración convocada a las puertas del Palacio de Justicia, a la que se sumó el magistrado Juan Antonio Calle Peña –que preside la Sala que enjuicia el caso de los ERE– durante el receso que cada día se produce a mitad de la sesión de un juicio que se prolonga ya desde casi hace un año y en el que todo el mundo, los acusados los primeros, está deseando de que quede visto para sentencia.

Los jueces reclaman un CGPJ “más europeo y menos venezolano”, según una pancarta

Y no menos llamativa resulta la improvisada pancarta, escrita a rotulador, que portaban los magistrados en la concentración realizada en Sevilla y donde podía leerse la siguiente comparación: “Consejo General del Poder Judicial. Más europeo, menos venezolano. Ciudadano, es tu derecho: jueces independientes”.

La Justicia siempre ha sido la gran olvidada de las Administraciones públicas y la falta de inversiones se ha hecho más evidente en una sociedad que en los últimos años ha incrementado la tasa de litigiosidad hasta alcanzar unos niveles inusitados, como ha ocurrido con las reclamaciones de las cláusulas suelo, que han colapsado y siguen colapsando los ya de por sí saturados órganos judiciales, a pesar de los planes urgentes diseñados desde el Poder Judicial.

Lo mismo ocurre en la Audiencia de Sevilla, donde está previsto que en los próximos años lleguen más de 90 macrocausas para su enjuiciamiento de los juzgados que tramitan actualmente las macrocausas. La saturación de la Audiencia y la denuncia presentada por una veintena de magistrados llevó al CGPJ en febrero pasado a activar por primera vez en España la alerta por riesgos psicosociales, que concluyó en el reconocimiento por parte del máximo órgano de gobierno de los jueces de los riesgos de estrés y de violencia.

Jueces y fiscales reclaman más plantillas para combatir esta situación y más medios materiales, así como un incremento de las retribuciones. El fiscal jefe de Sevilla, Luis Fernández Arévalo, dio durante la huelga de esta semana una cifra impactante: Hay determinadas guardias en la que los fiscales perciben menos de 50 céntimos la hora. Unas cifras más ridículas incluso que los dos o tres euros que cobran algunas kellys por limpiar habitaciones de hotel.

Hay guardias en las que los fiscales cobran 50 céntimos la hora, menos que las ‘Kellys’

La rebelión de las togas ha vuelto a ser un éxito y llega precisamente en un semana convulsa para la Justicia, cuando el magistrado del Tribunal Supremo Manuel Marchena, el ponente de la causa contra los líderes separatistas del procés, se ha autodescartado para presidir el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Tribunal Supremo, tras revelarse el whatsapp enviado por el ex director general de la Policía Ignacio Cosidó a sus compañeros en el Senado y en el que presumía del supuesto futuro control “desde detrás” del Alto Tribunal.

Marchena, reconocido jurista, afirmó en una carta que su trayectoria como magistrado ha estado siempre presidida por la independencia como “presupuesto de legitimidad de cualquier decisión jurisdiccional”. En la misiva, explicaba que el examen de las resoluciones que durante estos años ha dictado como magistrado del Alto Tribunal, en especial como presidente de la Sala de Admisión de las causas contra los aforados, es la “mejor muestra de que jamás” ha actuado “condicionando la aplicación del derecho a la opción política del querellado o denunciado”.

Como puede observarse, los jueces y fiscales tienen motivos suficientes para encabezar la rebelión de las togas, desde la base hasta la cúspide del Poder Judicial.

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