Elecciones andaluzas

Casado culpa a Susana Díaz de dar aire a “Iglesias, Torra y Otegi”

  • El presidente del PP arremete contra la líder andaluza al vincularla al acuerdo de Sánchez con los populistas y los secesionistas en La Moncloa

Pablo Casado, durante su intervención en Sevilla en la Interparlamentaria del PP

Pablo Casado, durante su intervención en Sevilla en la Interparlamentaria del PP / José Manuel Vidal / Efe

La política y el rugby pueden asemejarse en que son actividades de villanos, aunque en el caso del deporte la frase concluye "practicada por caballeros" y entre quienes rigen los designios de los ciudadanos de un país, una región o una localidad no está tan claro el final. Son tiempos revueltos para la función pública y la visceralidad de los políticos va a más. Ni que decir tiene que en la precampaña electoral, a la espera del culmen de la campaña, todos los partidos se superan para atacar por tierra, mar y aire al oponente. Todo vale. Es política.

Si Susana Díaz y sus correligionarios sacaron tajada –y lo que queda– de la comparación entre los niños de Castilla y León frente a los de Andalucía, Pablo Casado se plantó en Sevilla, en la Interparlamentaria del PP, para darle fuerte y flojo a la líder del PSOE-A vinculándola, "aunque le duela", al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y a sus socios que lo invistieron para entronizarlo en La Moncloa. "Susana presenta en sus listas –para las elecciones del 2 de diciembre– a Sánchez, Iglesias, Torra y Otegi".

"Difícilmente aquella que perdió contra Sánchez ahora puede proteger Andalucía frente a Sánchez", aseguró Casado sobre Díaz, responsable de la Andalucía del "poder clientelar, la corrupción y el paro". Ensalzó la "agenda de transparencia" de Juanma Moreno, centrada en "acabar con la corrupción que está desangrando esta tierra".

Adalid de las esencias patrióticas, Casado quiso contraponer el españolismo que se le presupone a Andalucía con el conflicto que arrastra Cataluña con el Estado, que tuvo un hito hace un año cuando Mariano Rajoy, que "frenó el plan Puigdemont" como varias legislaturas previas "hiciera José María Aznar con el plan Ibarretxe", aplicó el artículo 155 para devolver la "legalidad" a la Generalitat, una "herencia del PP", que "impidió que Cataluña terminara siendo un estado independiente". "Sin nuestro partido, España no sería lo que ha sido en cinco siglos", subrayó como ya planteara hace dos semanas en Málaga.

Cataluña, sin duda, dará titulares de aquí al 2-D. Al tiempo. Casado arremetió contra un "presidente por control remoto que baila al son de los que votaron la moción; está teledirigido por aquellos a los que debe el escaño azul y La Moncloa, y ya no ve siquiera delito de rebelión" en el procés.

Además, dijo que Sánchez "no está rompiendo con el PP" sino que "ha roto con la Constitución", después de que el Gobierno anunciara que rompía amarras con Casado por acusar al jefe del Ejecutivo de ser "partícipe y responsable del golpe de Estado" en Cataluña. "Si quiere romper relaciones con algún partido, que las rompa con el de Torra u Otegi", le recomendó Casado, para añadir que Sánchez se ha convertido en el "caballo de Troya de los independentistas".

Acusó al jefe del Ejecutivo de organizar un Consejo de Ministros "en plena precampaña de las andaluzas"... en Sevilla. "Después dice la portavoz que no puede anunciar nada de Andalucía porque vienen elecciones, pero se hacen la foto en la Plaza de España, un país que no defienden", enfatizó.

Casado, quien anunció que su formación votará al presidente del Grupo Popular Europeo, Manfred Weber –que presentó al líder del PP en el acto hispalense–, como candidato del Partido Popular Europeo (PPE) a presidir la Comisión Europea, en sustitución del belga Jean-Claude Juncker, bromeó con la "cistitis" del PSOE en relación a los resultados del último sondeo del CIS. "¿Por qué no convocan ya elecciones si tan buenos resultados son y acabamos con esto, que no hay quien lo aguante?", apuntó.

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