Andalucía

Juanma Moreno se apunta a la estrategia chavista más exitosa

  • El presidente de la Junta abraza al andalucismo y reclama los 'minolles' al Gobierno de Sánchez

Juanma Moreno conversa con Pedro Sánchez poco antes de la investidura del socialista.

Juanma Moreno conversa con Pedro Sánchez poco antes de la investidura del socialista. / S.T.

"Aquellos 'minolles' que yo reclamaba para los andaluces comienzan a llegar". Manuel Chaves pronunció esta frase en un mitin en Jaén en el verano del año 2000, dijo minolles a conciencia, pero los concentrados no pillaron la sorna, pensaban que el presidente se había vuelto a equivocar. La reclamación constante, cansina, reiterativa y expansiva de esos millones de euros del entonces presidente de la Junta al Gobierno de José María Aznar ya se había convertido en un elemento tan popular de la política española que Chaves se convirtió en un personaje de los muñecotes de Canal Plus.

En San Telmo no hay memoria ahora para eso, pero alguien habrá en los aledaños del presidente para que Juanma Moreno esté replicando buena parte de la estrategia con la que Manuel Chaves pasó de casi de perder la Junta a volver a gobernar con mayoría absoluta. En su comparecencia del martes pasado en la Cámara, Moreno habló del 28 de Febrero, citó a Rafael Escuredo -el más andalucista de los presidentes-, volvió a citar los 536 millones que le debe Montero y ya se prepara para entregar su primera Medalla Manuel Clavero, otro de los padres de la autonomía andaluza. Lo primero que hizo Moreno después de ser investido presidente fue visitar al ex ministro de UCD en su casa.

El susurro de la Historia

Sí, algún pretérito dirigente debe estar soplando al presidente cómo se construyó la Junta, y no es ni su secretario general, Tomás Burgos, que es de Valladolid, ni ningún miembro del clan malagueño, por mucho poder que haya acaparado. El susurro de la historia.  

Hagamos un poco de ésta, pero sin abrumar. El éxito del PSOE andaluz fue el grado de identificación que consiguió con Andalucía, hasta el punto de que pareció que el referéndum del 28 de febrero de 1980 fue una gesta exclusiva de los socialistas. No fue así, pero al boicot de la UCD a esa consulta y el pacto posterior del PSA de Rojas Marcos con Adolfo Suárez para desbloquear, a la baja, la autonomía andaluza ofreció un potente armamento para liquidar las alternativas de centro y derecha. Y desde 1982 a 1993, los presidentes socialistas se mantuvieron en lo alto de una ola electoral.

Incluso en los años más malos desde un punto de vista electoral, el PSOE se muestra en las encuestas como el partido que mejor defienden los intereses de Andalucía y con el que los andaluces se sienten más identificados.

Manuel Chaves consiguió algo muy extraño en política, superar el natural ciclo descendente de los gobernantes; fue victoria de José María Aznar en 1996 lo que le dio esa oportunidad. El primer presidente del Gobierno llegado desde el PP no se portó bien con Andalucía, eso es algo que reconocen los propios dirigentes populares de entonces. Fue, entonces, cuando Manuel Chaves comenzó a reclamar los famosos millones a Aznar. El censo andaluz no estaba actualizado, por lo que el Estado pagaba a la comunidad menos dinero del que le correspondía, ya que la población es el principal criterio de reparto entre comunidades. La propaganda socialista representaban al Gobierno del PP como un mal padre que no enviaba el dinero a los niños nacidos después de la última actualización.

Las simplificaciones matemáticas son magníficas para la comunicación política, comparaciones numéricas del tipo Pedro Sánchez le quita a cada andaluz 67 euros que ha pagado de sus impuestos, titulares que el PP andaluz comienza a clavar ahora. Chaves renovó con aquella estrategia el andalucismo socialista, que fue un nacionalismo inverso, porque lejos de distinguir, trataba de integrar Andalucía en España para hacer desaparecer las diferencias seculares, pero armado con toda los instrumentos simbólicos de una nación.

Por eso en el logo anterior de la Junta, el que se ha cambiado esta semana, seguía apareciendo la bandera blanca y verde en forma de dos arcos de medio punto. Y cuando el motor se acababa, Chaves impulsó el segundo Estatuto y terminamos convertido en nacionalidad histórica. 

Todo esto lo tenía muy estudiado Javier Arenas: el PSOE se había convertido, gracias al 28-F y sus réplicas, en el partido de la tierra. Por eso, cuando el de Olvera volvió de su aventura en los gobiernos de Aznar, construyó la teoría del "andalucismo constitucional", fichó a figuras regionalistas y se echó a las carreteras por pueblos y aldeas. 

Los millones de Juanma

Esto es lo que ha comenzado a replicar Juanma Moreno, cita a Escuredo, se abraza a la bandera y presume de andalucista incluso delante de sus aliados de Vox, y para que cuadre el mismo esquema de los tiempos de Chaves añade de que el Ministerio de Hacienda le hurta unos cuantos millones de euros. O no, que esa polémica está repleta de grises, pero es mucho más popular reclamar dinero para Andalucía que defender lo contrario. Los minolles de Chaves son los 537 millones del IVA de Moreno, la supuesta intervención estatal de la Junta o la prohibición de salir a los mercados.

Moreno cuenta con un competidor en Madrid similar al de Chaves. Arenas fue ministro, vicepresidente y secretario general del PP. Y María Jesús Montero, ministra de Hacienda, es una de las posibles sucesoras de Susana Díaz. Algo sabe Arenas que Montero aún no ha interiorizado: en el campo de batalla de la confrontación, el perdedor siempre será el Gobierno central. Y más, si como en esta ocasión, los aliados de Pedro Sánchez son el PNV y ERC. Ni a Fernando VII se las ponían así.

La celebración del 28-F de este 2020 va a ser una fiesta donde se acaben todos los complejos, los nuevos dirigentes van a ocupar todo el espacio andaluz. O, al menos, lo van a intentar. Van a rescatar a nombres olvidados, a erigir a los andalucistas conservadores y a recuperar en Canal Sur esa reivindicación secular del sur. Y, mientras tanto, van a llenar los tribunales de demandas al Gobierno central para que pague los millones.

De este modo, el nuevo presidente de la Junta está comenzando a construirse un perfil ideológico. Muy verde, puesto que al andalucista une el ecologista. Un millón de euros en dos años, la autovía del 92 con sombra verde a ambos lados y un comisionado para el cambio climático que dependerá, directamente, de él.  

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