La aldaba

Carlos Navarro Antolín

cnavarro@diariodesevilla.es

Nadie se priva del mangazo de Fitur

Todo se hace ‘on line’, pero, oh casualidad, en Madrid hay que estar para hacerse la foto y pegarse el escaqueo de turno

Fitur

Fitur / M. G. (Madrid)

En el mundo de las comunicaciones digitales, los bancos que atienden on line y las gestiones de todo tipo mediante estúpidos robots, resulta que la Feria Internacional del Turismo exige presencialidad. Claro, claro. A Madrid se fueron esta semana políticos de todo signo. Fitur es el escaparate del mangazo desde hace muchos, muchísimos años. No he vivido bullas mayores que en aquel macropabellón donde cada político está en el expositor de su tierra. Jamás viajaría donde me lo impusiera un denominado touroperador, pero entiendo que este oficio se viniera arriba hace mucho tiempo ante la cada vez más acusada falta de criterio del personal. Siempre he huido de los grupos de turistas que recorren las ciudades detrás de un tío con un paraguas alzado con lazo rojo de remate. Hay gente que acude buscando un viaje a Roma y acaba en un crucero por el Rhin. Muy bien, allá cada uno, pero no lo entiendo.

Es una realidad que el turismo está teledirigido, es un sector donde verdaderamente funciona una mano oculta que pone de moda destinos asiáticos y hunde cualquiera de los europeos. Y la base de que eso sea posible es que está vigente la teoría del señor Vicente, el que viaja donde va la gente. Somos borregos y lo saben. Tienen claro que lo queremos todo mascadito, preparado y de una sola cucharada, que en el ramo se llama paquete. ¡Con el gustazo que es prepararse uno mismo los viajes! Si hay negacionistas de las vacunas, debería haberlos de Fitur, sobre todo en tiempos en que un alto porcentaje de gestiones, oficios y relaciones personales se hacen fluidamente a través del teléfono o del ordenador. Alguien nos toma el pelo, como de costumbre. O usa lo de las telecomunicaciones a conveniencia.

Nos quedan por sufrir las informaciones sobre el cálculo del impacto económico que las ciudades han obtenido en Fitur. Ni un alcalde, ni un consejero, ni un presidente de la Diputación salen mal nunca. Todos han ganado, como en las noches electorales. Y todos naturalmente se han pegado el viajecito de turno a la capital, que es de los más amables porque suele estar exento de polémicas. Si los políticos en Fitur son prescindibles, no sabemos si lo es también la propia feria. Las mayores apuestas para el turismo en Andalucía serían ampliar la red de Ave, sobre todo de una ciudad con tanto atractivo para el visitante como Huelva, y conectar por tren el aeropuerto de San Pablo con la estación de Santa Justa, que es el único aeródromo de capital que no cuenta con esta infraestructura. Lo demás son pretextos para el mangazo institucionalizado. Sigan, sigan el paraguitas... que tenemos 40 minutos para comer y seguimos.

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