Andalucía

Termina una de las cumbres "con más alta participación"

  • Rajoy valora en su balance la reunión por primera vez entre ministros de Interior, la preocupación por las pymes o la apuesta por la transparencia pública

No ha habido incidentes, no se ha producido ningún escándalo. Nadie ha mandado callar a nadie. La Cumbre Iberoamericana puso fin en la tarde de ayer a una edición que ya recibe todo tipo de elogios. El secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, destacó en la rueda de prensa de balance que se trataba de una de las cumbres "con más alta participación", en referencia a la presencia en Cádiz de los más altos mandatarios de Iberoamérica, lo que supone un "apoyo excelente" a los fines de la Cumbre. Además, Iglesias comentó que la reunión se había producido en un clima "como hacía tiempo que no veía en una cumbre", algo que entendió era "muy importante" para Iberoamérica y de lo que responsabilizó en parte a la ciudad anfitriona. "Ha sido una reunión muy exitosa, muy agradable y muy productiva", resumió el secretario general iberoamericano su primer balance de la Cumbre.

Sobre el contenido en sí de este encuentro de líderes iberoamericanos fue el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, el primero en tomar la palabra para destacar los diferentes documentos que se han aprobado en la Cumbre -como la Declaración de Cádiz, una serie de comunicados especiales, un programa de acción en materia de cooperación, un trabajo de campo encomendado sobre posibilidades de renovación de las cumbres- y, sobre todo, lo que él definió como los "grandes logros de la Cumbre". Y en este último punto precisó algunos puntos, como las reuniones ministeriales que se han producido a lo largo del último año -destacando principalmente la que por primera vez se ha producido entre ministros de Interior para abordar el asunto de la seguridad-. También mencionó la firma de la Carta Iberoamericana de las pymes, "para fomentar la competitividad y favorecer la implantación de las pequeñas y medianas empresas en el mundo"; así como de la carta sobre la transparencia y el acceso a la información pública, que servirá para "mejorar las reglas del juego".

Esta Cumbre celebrada en Cádiz coincide, según Rajoy, con la intención de España "de estrechar sus relaciones con Iberoamérica". Y en este capítulo mencionó el ingreso del país español en la Alianza del Pacífico, siendo el primer país europeo en hacerlo. Por tanto, Mariano Rajoy se mostró bastante satisfecho con el desarrollo de la Cumbre de Cádiz y, a su vez, se mostró también confiado en que en la próxima reunión en Panamá "continuaremos tejiendo esa red de valores e intereses compartidos de la comunidad iberoamericana".

También fue preguntado el presidente español por los presupuestos de la Unión Europea, que también han sido objeto de diálogo en algunos de los encuentros paralelos a la Cumbre. Sobre ello, Rajoy reconoció haber abordado el asunto con Durao Barroso, al que ha trasladado que el primer documento presentado "nos parece bueno para empezar a hablar" pero que el propuesto posteriormente "nos parece inaceptable", principalmente por lo que afectaría a la agricultura o a Ceuta y Melilla, entre otras razones.

Enrique Iglesias coincidió bastante con el presidente del Gobierno español a la hora de hacer balance sobre los contenidos de esta 22 edición de la Cumbre. Así, afirmó que había sido "la Cumbre de las pymes", en referencia al papel que han jugado en el temario a tratar en el encuentro. También destacó que por primera vez se haya hablado la seguridad y, más concretamente, la preocupación por la droga. Y por último, Iglesias se refirió a los trabajos de cooperación abordados por los líderes iberoamericanos, así como las propuestas de renovación que sobre la Cumbre Iberoamericana se presentarán el año próximo en Panamá y a la cultura, que definió como "el elemento más sólido de lo iberoamericano".

Con este buen sabor de boca, desde anoche mismo empieza a prepararse la próxima Cumbre, de nuevo en tierras iberoamericanas. Y sobre esto, Enrique Iglesias también dejó en el aire una propuesta: celebrar una Cumbre Iberoamericana un año y una Cumbre Europea al siguiente. "Eso sería lo ideal", sugirió el secretario general iberoamericano, coincidiendo con la apuesta de celebrar la Cumbre bianualmente, lo que a priori se acordará el próximo año.

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