El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, recalcó ayer que respeta el trabajo de la juez instructora del caso de los ERE, Mercedes Alaya, pero no dudó ni un instante en añadir que entiende que a estas alturas del procedimiento "ha llegado la hora de que se parcele" la causa. "Respetamos el trabajo de la juez, pero sería positivo que se adoptaran esas medidas", enfatizó el fiscal general durante un desayuno organizado por Europa Press, en el que recordó que con la división del proceso se podrían "dar respuestas más ágiles y eficaces".

Torres-Dulce se refirió así a la petición realizada por la Fiscalía Anticorrupción a la juez para que divida la causa en piezas separadas y eleve al Tribunal Supremo o al Tribunal Superior de Andalucía, según corresponda, las partes relativas a aforados como Manuel Chaves o José Antonio Griñán.

El fiscal general anunció también la creación de "secciones de investigación" en aquellas Fiscalías en las que se ha detectado estadísticamente la existencia de un elevado número de casos que requieren mayor atención por su complejidad, con el objetivo de lograr la agilización de los procesos judiciales. Torres-Dulce señaló que su "obsesión" es la de "equilibrar el mantenimiento de un sistema procesal de garantías con un horizonte de mayor eficiencia y agilidad".