El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, justificó ayer la necesidad de separar por piezas el caso de los expedientes de regulación de empleo (ERE) en Andalucía, que instruye la juez Mercedes Alaya, para darle agilidad, así como elevar al Tribunal Supremo (TS) la que se formaría en relación con los ex presidentes de la Junta de Andalucía Manuel Chaves y José Antonio Griñán y cinco exconsejeros.

Así se pronunció en declaraciones a los medios al inaugurar un acto en Barcelona, después de que la Fiscalía Anticorrupción reclamase el lunes a la juez Alaya que abra pieza separada por cada una de las ayudas investigadas y eleve al TS la investigación sobre los aforados al entender que ya está "agotada" en el juzgado.

Según Torres-Dulce, la pretensión de la Fiscalía Anticorrupción es buscar más concreción y rapidez en la tramitación del caso y, teniendo en cuenta el tiempo transcurrido, ordenar el proceso en piezas separadas y aclarar la situación de todas las personas que pudieran tener algún tipo de responsabilidad.

Pese a expresar su respeto por Alaya, el fiscal reiteró la necesidad de agilizar el caso y de decidir sobre la situación de unas personas "que no tienen por qué estar sujetas a un foro que no sea el que legalmente les corresponde, en este caso, ante la Sala Segunda del TS".

El portavoz del Gobierno andaluz, Miguel Ángel Vázquez, no quiso pronunciarse ayer sobre la deriva judicial del caso de los ERE, pero aprovechó para arremeter contra el PP porque en su opinión "no tiene autoridad moral para dar lecciones".

El presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno, dijo ayer que "lo único que pido es que las cosas se hagan bien, que sepamos la verdad y se devuelva el dinero". El coordinador general de Iu, Antonio Maíllo, pidió agilidad en caso de ERE para que ningún "golfo se escape".