Andalucía

Vox presiona a Juanma Moreno con las auditorías y Espadas sale al rescate del Presupuesto

  • El PSOE maniobra para restarle influencia al socio del Gobierno, que exige la reordenación del sector instrumental en esta legislatura

Manuel Gavira y Elías Bendodo conversando durante el Pleno.

Manuel Gavira y Elías Bendodo conversando durante el Pleno. / Julio Muñoz / Efe

Vox tiene prisa por la reordenación del sector instrumental de la Administración andaluza. Estas urgencias no son nuevas, pero adquieren relevancia una vez que el Gobierno andaluz ha presentado el resultado de las auditorías externas que deben guiar la racionalización de estos 92 entes que dan trabajo a casi 3.000 personas. Los 54 exámenes realizados sólo dan un aprobado casi completo a la Agencia Andaluza de la Energía, pero la Junta se da hasta dos años para, con el resultado de estos análisis, comenzar a tomar decisiones. Esto es lo que disgusta a los socios del Gobierno autonómico, ya que creen que la reducción puede llevarse a cabo en esta misma legislatura. Juan Marín, cuando hizo públicas las auditorías, habló de hasta tres legislaturas para llevar a cabo la ansiada reducción.

El portavoz parlamentario de Vox, Manuel Gavira, pidió al Ejecutivo que “acabe” con la “administración paralela” en el año y cuatro meses que resta de legislatura, siempre que no haya adelanto electoral. “Es una prioridad que no puede esperar”, defiende el político gaditano, que este jueves estuvo con Macarena Olona en La Línea. Allí, la diputada por Granada auguró, obviando las exigencias de su compañero, de que las elecciones serán en enero, lo que daría un plazo de seis meses al Gobierno para aplicar la reducción de la administración paralela.

Más allá de los vaticinios de Olona, en Vox creen que el “entramado de la administración paralela cuesta una fortuna a los andaluces”, por lo que el Gobierno andaluz debe empezar de inmediato el desmantelamiento de estos entes que “no aportan beneficio alguno a la gestión de lo público y permite a los socialistas tener controlado parte del presupuesto”. En Vox, aludiendo a las cuentas autonómicas, cifran el coste anual de estos entes en 7.000 millones de euros anuales, aunque aquí se incluyan servicios como el Plan Infoca, o las empresas públicas que gestionan los hospitales comarcales. Además, ven en la dilación anunciada por Marín unos “intereses electoralistas”. “Donde [PP y Cs] ven posibles votos, nosotros vemos un importantísimo ahorro de dinero público, necesario para invertir en beneficio de los andaluces, no de los amigos del PSOE”, insisten.

A diferencia que en otras exigencias previas, Vox no pone un nuevo ultimátum al Gobierno ni amenaza con dejar de negociar los Presupuestos de 2022, pero ayer el nuevo líder de los socialistas andaluces, Juan Espadas, aprovechó el Consejo de Política Fiscal y Financiera para tender la mano al Ejecutivo autonómico, sentarse a negociar las cuentas del año próximo y restar influencia a Vox. Que Juan Marín haya dicho que el partido de Santiago Abascal sea el “socio prioritario” o que Juanma Moreno confiase el miércoles en seguir aplicando “reformas” con Vox no ha desanimado al alcalde de Sevilla, que ayer instó al presidente de la Junta a “desoír” los “chantajes y pulsos” de Vox. “El grupo parlamentario socialista estará listo y dispuesto a sentarse con el Gobierno de la Junta y buscar fórmulas que permitan llegar a un acuerdo presupuestario”, insistió Espadas, que destacó el aumento en los fondos que llegan del Estado anunciados el miércoles por la ministra María Jesús Montero.

La previsión es que el Presupuesto del 2022 pueda ser expansivo, sobre todo tras conocer la envolvente financiera con la que contará Juan Bravo para elaborarlos. No obstante, sería difícil de justificar que los socialistas den luz verde a unas cuentas que incluyan, probablemente una bajada fiscal. “No es el momento de una bajada fiscal”, admiten desde el equipo de Espadas, aunque hay que destacar que las enmiendas del PSOE a la reforma de la ley de tributos cedidos incluyen rebajas para sectores vulnerables. En cualquier caso, el mensaje que quieren enviar los socialistas es que Juanma Moreno no puede utilizar una hipotética pérdida de los apoyos de Vox con el PSOE dispuesto a apoyar unas cuentas autonómicas, que, para Espadas, deben reforzar los servicios públicos y vitaminar la recuperación.

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