I premio andaluces del futuro

En el camino del éxito

  • Promesas y consagrados son finalistas del galardón que convoca Grupo Joly y patrocina Caja Madrid, en especialidades como fútbol, atletismo, esgrima, hípica, bádminton, pádel, gimnasia y lucha olímpica

Algunos, a pesar de su innegable juventud, son ya consagrados en su especialidad, con un camino por delante muy halagüeño. Otros son menos conocidos, pero empujan de tal forma que en no mucho tiempo se convertirán en referencias del deporte andaluz. Son los finalistas del I Premio Grupo Joly Caja Madrid Andaluces del Futuro. Entre los consagrados están, por ejemplo, el futbolista de Albox (Almería) Diego Capel, ya avalado por un currículum de éxitos en su equipo, el Sevilla, y con la internacionalidad absoluta en la selección. Y el nadador cordobés Rafael Muñoz, que ha emigrado a Marsella "para progresar y por la curiosidad de vivir en el extranjero". El resultado ha sido inmediato: en una prueba en la localidad de Saint Dicier ya ha batido su marca personal en 200 mariposa y 200 libres. También, con 22 años, es una realidad la sevillana Ana Isabel Fernández de Osso, aunque lo minoritario de su deporte, el pádel, le hace ser poco conocida. "España es, con Argentina, la gran potencia; ahora se mueve dinero y salimos en televisión, en Canal Sur y Canal + Deporte. Estamos en auge".

Junto a Capel, Muñoz y Fernández de Osso, hay un buen ramillete, quizás con menos palmarés, pero no con menos proyección. El malagueño Pablo Martín Benavides se convirtió, el año pasado, en el primer jugador amateur de golf que gana un torneo del circuito profesional. Fue en Estoril. Su carrera, hasta la adquisición de la condición de profesional este mismo año, se ha desarrollado en Estados Unidos. También malagueño, Christian Bazán, con 18 años, es una de las mayores promesas de la gimnasia española, y ya fue una sorpresa que no fuera convocado para los Juegos Olímpicos de Pekín. Otro caso de precocidad evidente es el de la onubense Carolina Marín, que con 15 años ya es tercera de España en bádminton. Casi puede decirse lo mismo de Sergio Miguel Baldrés es un destacado dominador del esgrima en la categoría de espada. "José Luis Abajo, Pirri, ha conseguido el bronce en los Juegos, en esta modalidad, a los 30 años; en espada hace falta mucha más táctica que en espada o florete, y eso es una cuestión de experiencia". Baldrés tiene 18 años, ya es campeón de Andalucía, ya ha participado en la Copa del Mundo y ya está en el equipo nacional. En atletismo, apunten un nombre: Marta Gómez García, granadina. Con sólo 19 años ya es la mejor de su edad, en España, en lanzamiento de disco. Su debut en el Campeonato de España absoluto no ha sido el esperado. "No me fue muy bien, quedé décima en disco y undécima en peso, por debajo de mis marcas. Estaba nerviosa". Su objetivo, ahora, es conseguir una medalla en el Europeo sub 23. Es la misma meta que se ha marcado la sevillana Almudena Rodríguez, pero en este caso en el medio fondo. Esta estudiante de Filología Hispánica entrena cinco horas diarias, dos por la mañana y tres por la tarde, y sueña con ser alguien en el atletismo. Y más adelante, con ser periodista deportiva. La jiennense Irene García Garrido se prepara para ser una número uno en lucha libre olímpica en el Centro de Alto Rendimiento Deportivo de Madrid. Comenzó practicando el buguei, un arte marcial japonés, pero tras conseguir el cinturón negro se pasó a la lucha libre. Su sueño es participar en unos Juegos Olímpicos. Tiene un anticipo: los Juegos del Mediterráneo de Pescara, su objetivo primordial para el año que viene.

También son finalistas referencias actuales del deporte andaluz, como el cordobés Felipe Reyes, que acaba de convertirse en el mayor reboteador de toda la historia de la ACB, la liga española de baloncesto; el granadino Guillermo Hernán Rupérez, campeón de Europa de voleibol; o Manuel Muñoz Arestoy, piragüista onubense que fue oro en el Mundial de Sevilla.

Un caso singular es el del jinete Alejandro Fernández, gaditano. Su carrera era meteórica, con campeonatos y subcampeonatos de España, pero a principios de 2006 sufrió un grave accidente con el caballo. Tras un año de recuperación, perdió la beca ADO, que se obtiene por resultados, y, sin medios para poder mantener sus caballos, emigró a Alemania. Allí se prepara ahora para volver a ser lo que fue. Un ejemplo de superación.

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