Brote de listeriosis

Las empresas andaluzas tiemblan por los efectos de su “peor crisis” de la historia

Una mujer mira un expositor de embutidos en un establecimiento de Sevilla.

Una mujer mira un expositor de embutidos en un establecimiento de Sevilla. / Juan Carlos Vázquez

En una ordinaria nave de la calle Pino Silvestre del Polígono Industrial El Pino de Sevilla se originó el mayor brote de listeriosis de la historia reciente de Europa y el segundo a nivel mundial. Los efectos nocivos de los productos en mal estado vendidos por Magrudis han provocado muertes, abortos y enfermos graves. La alerta sanitaria ha sacudido a Andalucía y gran parte de España desde los primeros días de agosto como pocas veces se recuerda.

Pero la imprudencia de una empresa que optó por tomar atajos peligrosos para obtener beneficios también está provocando consecuencias muy negativas en otras firmas, la mayoría pymes de origen familiar ubicadas en zonas rurales, y en todo un sector que hasta hace unas semanas lucía un historial intachable.

La imagen de Andalucía como tierra de buenos –y seguros– embutidos ha quedado muy dañada y hará falta mucho tiempo para volver a la etapa pre Magrudis. Están pagando justos por pecadores.

Puestos de trabajo en peligro

La malagueña Icarben es una de esas empresas que lo están pasando mal. "Nos ha afectado una barbaridad. Nadie compra ya carne mechada. La gente tiene miedo", explica José Antonio Ortiz, director adjunto de la empresa.

Para Icarben, la carne mechada supone unos 250.000 euros al mes de facturación que han desaparecido, sin saber si algún día volverán. A esta pérdida hay sumarle la bajada general en el resto de productos que elaboran. "El descenso de las ventas puede llegar al 30% y aún no sabemos cómo de grave será porque estamos empezamos a recibir las devoluciones de los pedidos que entregamos el mes pasado y que los distribuidores no han vendido y eso es todo pérdidas", indica Ortiz.

Una situación que puede llegar a ser dramática para parte de los 70 empleados que conforman la plantilla de Icarben. "Hasta el momento estamos buscando formas de reordenarnos y reajustarnos sin tener que despedir a nadie, pero no está siendo fácil. Llevamos 40 años haciendo nuestro trabajo a la perfección y ahora nos encontramos con este problema sin merecerlo", lamenta Ortiz.

De 200 kilos a 6

Padecimientos sobrevenidos e inesperados parecidos están viviendo en Embutidos Reina. Esta empresa familiar de nueve empleados de Coripe recibía gran parte de sus ingresos por la carne mechada. "Hemos pasado de vender unos 200 kilos a 6", resume Manuel Reina.

Reina se debate entre la resignación y el enfado por ver cómo están sufriendo "la peor crisis de su historia por alguien totalmente fuera de control, que debería haber visto que haciendo así las cosas tarde o temprano le pillarían y provocaría un desastre".

Por eso hace un alegato a favor de los embutidos tradicionales andaluces: "Yo tengo 60 años y desayuno cabeza de lomo todos los días desde niño y no he tenido que ir ni un sólo día al médico. Así de bueno creo que es lo que producimos nosotros y todas las empresas que llevan haciendo las cosas bien desde hace décadas".

Efecto contagio

En Montealbor, empresa situada en Alcalá de Guadaira, también le están afectando algunos de las réplicas del terremoto provocado por Magrudis a pesar de ni vender los productos claramente señalados por la crisis de la listeriosis."Las ventas descienden por un efecto contagio. Para nosotros no es algo grave. Algunos clientes nos han pedido que les mandemos certificados o información que antes no nos pedían. No pasa nada porque evidentemente lo tenemos todo en regla y controlado, pero en esas cosas se nota que hay cierta desconfianza general que antes no había", señala Alfredo López, director general de Montealbor.

Caída del 60% de las ventas

La Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice) ha sido la primera en atreverse a dar una estimación de las pérdidas económicas que está provocando la crisis sanitaria surgida por las malas prácticas de Magrudis. Cifra la caída del consumo de carne mechada industrial en un 60% a nivel nacional.

A nivel andaluz, esa cifra es incluso más elevada. Y las ventas del resto de embutidos también se están viendo afectadas. El sector está temblando y rezando porque la crisis no afecte a la campaña de Navidad. Hay muchos empleos en juego.

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