La polémica por el proceso de fusión hospitalaria iniciado por el Servicio Andaluz de Salud genera diariamente un despliegue de declaraciones contrapuestas. Por un lado, quienes piden la paralización del proceso (PP e IU). Por otro, el PSOEy la Junta de Andalucía, que defienden la reorganización hospitalaria. En medio de este fuego cruzado se quedó ayer el vicepresidente Diego Valderas, quien como representante autonómico defendió que el proceso está siendo dialogado, pese a que al mismo tiempo su formación en Huelva reclamaba paralizarlo para emprender ese diálogo.

El vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, aseveró que cualquier proceso de fusión para mejorar los servicios, será "dialogado" y "negociado" con las representaciones sindicales. Estas organizaciones sindicales, aseveró, "están de acuerdo con las fusiones porque se trata de ofrecer mejores servicios a los ciudadanos" (aunque CSIF, Satse y otros sindicatos profesionales están en contra). Valderas estuvo acompañado de la secretaria general de UGT-A, Carmen Castilla, quien añadió que todo aquello que se lleve a cabo con "consenso" con los trabajadores "será bienvenido, pero con consenso".

A ese consenso se refería también el responsable del Área de Salud provincial de IU, Juan Manuel Arazola, pero no para avalar el proceso. Arazola reclamó a la Junta "que se ponga al frente del mismo, lo paralice y abra vías de diálogo con los representantes sindicales de los trabajadores de ambos centros", el Infanta Elena y el Juan Ramón Jiménez.