Educación

El gasto en sustituir profesores en Andalucía se dispara un 30% con la pandemia

Un profesor imparte clase en el aula de un instituto.

Un profesor imparte clase en el aula de un instituto. / D. S.

La pandemia del Covid y en especial esta sexta ola han hecho que el foco de atención se ponga sobre las bajas docentes en los centros educativos de Andalucía. Mucho se ha hablado estos días sobre la agilidad del sistema en cubrir las sustituciones, si llegan a todos los centros y sobre la situación en la que se encuentran muchos de ellos. El consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, ha hablado de este asunto en el extenso balance que ha realizado este martes sobre los tres años al frente de dicho departamento. 

En esta comparecencia ha estado acompañado de la viceconsejera del ramo, María del Carmen Castillo, que ha puesto cifras a la actual situación. Desde que estalló la pandemia el gasto en sustituciones del profesorado andaluz se ha disparado un 30%

En el curso 2019/20, que se vio truncado en el tercer trimestre por el confinamiento, dicho desembolso aumentó en 60 millones, mientras que en el de 2020/21 hubo que sumar otros 90 millones. Castillo ha recordado que el presupuesto contemplado hasta el estallido del Covid para sustituciones era anualmente de 200 millones de euros. Las previsiones para el ejercicio académico actual apuntan en la misma dirección, especialmente si se tiene en cuenta el volumen de bajas que ha habido que cubrir desde que se reanudaron las clases tras las vacaciones de Navidad.

La viceconsejera ha hecho un repaso de los "llamamientos" realizados desde el 10 de enero en el Sipri (el sistema que gestiona las bajas). El pico más alto se alcanzó el 18 de enero, con 1.190. El dato más reciente es el de este martes, cuando se han registrado 463 para cubrir sustituciones (de más corta duración que las bajas). En la primera semana tras las vacaciones 34 centros andaluces pidieron sustitutos por llamada telefónica, cifra que se redujo la semana siguiente a 28 y en la actual, por ahora, a tres. 

Con recursos propios

No obstante, Castillo ha reconocido que "seguramente haya más positivos que bajas", en relación a la situación manifestado por los equipos directivos de algunos colegios e institutos, que aseguran que bastantes de estas ausencias no se cubren porque los docentes tienen dificultades para solicitar la baja en el Sistema Andaluz de Salud (SAS). A este respecto, la viceconsejera ha explicado que muchos centros deciden no pedir un sustituto y cubren las bajas por Covid "con sus propios recursos", pues no suelen durar más de una semana, con fin de semana incluido (dos jornadas no laborables). 

Imbroda, por su parte, ha contestado a la queja de Escuelas Católicas, patronal de la enseñanza concertada, que ha pedido a la Junta mayor dotación de personal para hacer frente a las bajas por Covid. El consejero ha admitido que le "llama la atención" tal solicitud, pues en la concertada son los titulares de los centros los que contratan, mientras que la administración se limita en ellos a abonar las nóminas. "Esto siempre ha sido así, desde los años 80", ha abundado.

Sin ideologías en las aulas

En su repaso por estos tres años, ha destacado que uno de sus objetivos principales ha sido la de sacar la ideología de las aulas y centrar los esfuerzos solamente en dar una educación de excelencia a los menores. Un fin que no ha estado exento de problemas y polémicas, como el que protagonizó con Vox a cuenta de la exigencia del pin parental, que desde la consejería se solucionó con una mayor y más clara información a las familias sobre los servicios y ofertas de los centros. "Nunca desde el Gobierno andaluz me transmitieron una presión a este respecto", ha aclarado.

También ha aludido a la eliminación del lenguaje inclusivo en los libros de texto, al considerarlo redundante y poco práctico para el aprendizaje, una decisión por la que ha recibido críticas desde los partidos de izquierda. "Era un lenguaje que derivaba en el delirio", ha asegurado. 

La digitalización

Estos tres años han estado condicionados por la pandemia del Covid, que ha tenido como consecuencia el avance inmediato de la digitalización, sin olvidar que cuando se produjo la crisis sanitaria y se cerraron las aulas, en marzo de 2020, en Andalucía 90.000 alumnos se quedaron "descolgados del sistema de enseñanza", aunque sólo un 30% de ellos era por sufrir la brecha digital. Al curso siguiente, 60.000 menores lograron volver a los colegios e institutos. 

Respecto a los monitores escolares, ha recordado que fue el primer colectivo con el que se entrevistó tras ponerse al frente de la consejería. En este tiempo ha logrado que dichos trabajadores pasen a ser indefinidos y que sus contratos no se interrumpan cuando llegue el verano. También se ha conseguido que cuenten con un mínimo de 20 horas semanales. Ahora queda por cumplir el tercer paso, y es que todos alcancen las 35 horas, un progreso que el propio Imbroda ha reconocido que este 2022, siendo un año electoral y con un presupuesto autonómico prorrogado, es difícil de cumplir.