Aunque asumía la barrera que se crea entre el administrador de lo público y la gente, nunca se acostumbró Francisco Javier Cuberta a la distancia con la realidad. Lo comprendía, según declaró en 1999 a este periódico, pero nunca se acomodó o nunca quiso acomodarse del todo a sentirse ajeno a "la vida real". A eso se refirió mientras fue delegado provincial en Sevilla del Servicio Andaluz de Salud (SAS), una institución concebida fruto de su coordinación y de sus sudores.

Francisco Javier Cuberta, Patxi Cuberta, murió ayer a los 78 años en Granada. Aunque nacido en San Sebastián en 1943, este cofundador del SAS llegó a Sevilla desde Madrid en 1969 para ser médico general en San Jerónimo. Pasó a continuación al Hospital Virgen del Rocío y, desde UGT, construyó un prestigio político que lo llevó a ocupar cargos como la coordinación nacional de Sanidad del PSOE o la viceconsejería de Salud (1993-1994).

Aunque la gestión sanitaria se fundamenta en estadísticas y normas, Cuberta no permitió que los sentimientos humanos desaparecieran de la planificación. Su carácter imprimió ese toque cercano en todos los cargos que ocupó, entre los que cabe destacar su tarea al frente de la Dirección General del Insalud en Sevilla, a comienzos de los años 80, previo salto a la coordinación regional del organismo sanitario público. Durante la campaña electoral del PSOE en 1982, la campaña triunfal, asesoró al futuro presidente.

Una vez cedida a Andalucía la competencia sanitaria, José Rodríguez de la Borbolla acometió en 1984 la creación de la magna estructura del SAS. La tarea fue titánica. La modernización del sistema sanitario autonómico fue ideado por un equipo en el que Cuberta aportó el conocimiento atesorado por su experiencia asistencial, su conocimiento del personal y su liderazgo para la organización.

Esta insignia de la sanidad impartió clases en la Escuela de Salud Pública y acudió adonde lo llamaban para participar en eventos y conferencias. Ayer falleció en Granada con el recuerdo y el reconocimiento de los compañeros, de la política y, sobre todo, de la gente.