Andalucía

El reloj de arena comienza a contar

JAVIER Arenas quiere que la presidenta del Parlamento, Fuensanta Coves, cuelgue un reloj en el salón de plenos para comprobar quién sobrepasa los tiempos de intervención: si él o Manuel Chaves. Un reloj, aunque sea de arena. Pero el presidente del PP tiene otro crono, ya le ha dado la vuelta a la botellita del reloj y los granitos de sílice han comenzado a bajar consumiendo el espacio de su objetivo final, el año 2012, fecha en la que se supone intentará su cuarto asalto a la Presidencia de la Junta. Pero antes de llegar hasta entonces se está preparando el camino por donde se mueve, anda y corre bastante bien: el de los pueblos y ciudades. Es decir, el de las municipales.

El PP de Andalucía va a celebrar sus congresos provinciales los dos próximos fines de semana, y es más que probable que sólo concurra una lista en cada una las circunscripciones. De ser así, sería la primera vez en la historia de este partido. Sería un acuerdo total, que para eso su secretario general, Antonio Sanz, ha animado a unos y ha consolado a los salientes. En el PP no esconden su objetivo: en mayo del 2011, cuando se celebren las elecciones municipales, quieren gobernar en todas las capitales andaluzas, lo que implica la obtención de mayorías absolutas en Sevilla y Córdoba, las dos únicas ciudades donde no cuentan con alcaldes aunque ganaron por número de votos.

A la espera de lo que pueda ocurrir en Huelva -el único sitio donde compiten dos, los alcaldes de Palos y Lepe-, en el resto de las provincias hay unanimidad para elegir equipos que lleven a este partido bien a mantenerse en las alcaldías, bien a recuperar algunas. En Sevilla, José Luis Sanz seguirá siendo presidente, mientras Juan Ignacio Zoido se reserva para la campaña de las municipales, que prácticamente la inició el día después de constituirse el ayuntamiento. Muchos en el PP, y también en el PSOE, dan por hecho que a Alfredo Sánchez Monteseirín le va a pasar como a su arzobispo, Carlos Amigo Vallejo, que el Vaticano, o Ferraz o la calle de San Vicente en su caso, van a enviarle un coadjutor para enseñarle otros horizontes. El PP cree que ganará definitivamente esta Alcaldía, de no ser que los socialistas sorprendan con un candidato de suficiente peso. Ya se habló en su día de José Antonio Griñán, candidato a tapar unos cuantos boquetes.

José Antonio Nieto sustituirá a María Jesús Botella al frente de la dirección popular en Córdoba. A Nieto, mejor organizador que la hermana de Ana, le faltó un sólo concejal para ganar la Alcaldía a Rosa Aguilar; es uno de los valores seguros del PP andaluz para el futuro, y es a quien más van a apoyar en el empeño municipal. Además de su buena posición en esta ciudad, tiene a su favor la incertidumbre que se cierne sobre el futuro de Rosa Aguilar en IU. En Cádiz, José Loaiza será el nuevo presidente; en Almería, Gabriel Amat, alcalde de Roquetas, que es uno de los patrones del PP andaluz; en Jaén, José Enrique Fernández de Moya; en Granada, Sebastián Pérez, y en Málaga, Elías Bendondo. La sustitución en Málaga ha sido una de las más polémicas, pero la dirección regional le cree capaz de aunar más consenso entre las distintas familias. O, mejor dicho, entre las distintas personalidades, que Málaga tiene unas cuantas: Esperanza Oña, Celia Villalobos, Francisco de la Torre y Ángeles Muñoz . Esta última, alcaldesa de Marbella, es otro de los posibles puntales del futuro PP.

En Huelva, el alcalde Pedro Rodríguez, siempre sonriente, dejará el puesto de presidente en manos del alcalde de Lepe, Manuel Andrés González. Eso es, al menos, lo que indican los avales, porque esta provincia es la única donde se mantienen dos candidaturas, aunque la otra, la del regidor de Palos, Carmelo Romero, cuenta con muchos menos apoyos.

Con este plantel es con el que Arenas espera colocarse en un buen puesto de salida en 2011 para su carrera personal de las elecciones autonómicas. Si consigue, como espera, una de las dos capitales que le queda y alguna diputación, como la de Almería o Málaga, partiría con una base inmejorable que, empero, le haría más responsable si su partido vuelve a perder los comicios de la Junta.

El reloj de Arenas tiene, además, otras horas señaladas, aunque no en Andalucía. El futuro de Mariano Rajoy, a quien el líder andaluz aupó en los días de desánimo, depende del resultado de las elecciones gallegas y europeas, aunque fuentes del PP regional mantienen que ocurra lo que ocurra en Madrid, Javier Arenas tiene suficientes apoyos en Andalucía y una fina cintura para sobreponerse a cuantos cambios lleguen. De momento va a por los congresos provinciales que se celebrarán salteados en dos fines de semanas por una razón que da buena cuenta de cómo Arenas controla su partido: quiere ir a todos.

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