Invercaria-El juicio de Juana Martín

Una testigo dice que el proyecto de Juana Martín en Invercaria era "poco viable" pero podía llegar a serlo

  • María Fernández, ex presidenta de la asociación de Mujeres Empresarias de Córdoba, presenta una denuncia contra el marido de la modista por "insultos y amenazas"

Los cuatro acusados en el juicio por las ayudas a Juana Martín.

Los cuatro acusados en el juicio por las ayudas a Juana Martín. / Juan carlos Vázquez

La quinta sesión del juicio por los préstamos de 850.000 euros de Invercaria a la modista cordobesa Juana Martín se salió este miércoles del plano más técnico que ha presidido las declaraciones de las sesiones anteriores con el testimonio de la que fuera presidenta de la asociación de mujeres empresarias de Córdoba María Fernández, quien al inicio colaboró en el proyecto y que ha denunciado ante el tribunal unos presuntos insultos y agresiones por parte del marido de la diseñadora.

La testigo ha comenzado su declaración asegurando que el proyecto para crear una línea de prêt a porter de Juana Martín en Invercaria tenía "poca viabilidad", porque la modista se había reservado las líneas más rentables de su negocio, como la moda flamenca, y lo que se iba a desarrollar era algo nuevo, "por definir y desarrollar", ha destacado a preguntas de la acusación particular que ejerce la agencia Idea. No obstante, la ex presidenta de la asociación cordobesa ha precisado, a preguntas de las defensas, que el proyecto de Invercaria con Juana Martín "podía llegar a tener viabilidad", aunque no lo tenía en aquel momento.

Además, ha confirmado que fue la propia Junta de Andalucía la que se interesó en la inversión en la diseñadora flamenca. Según ha relatado María Fernández Pino, ella conoció a la entonces consejera de Cultura, Rosa Torres, en la pasarela Cibeles del año 2005 en la que participó Juana Martín, y tras hablar con la consejera, poco tiempo después se produjo una primera reunión en Sevilla, que ha situado en el mes de marzo de 2005 y en la que participaron el consejero de Innovación Francisco Vallejo y su jefe de gabinete, donde le presentaron lo que era la sociedad andaluza de capital riesgo Invercaria.

A esta reunión siguió un almuerzo, ya con el presidente de Invercaria, Tomás Pérez-Sauquillo, donde se habló de la posibilidad de invertir en el proyecto que Juana Martín "quería desarrollar". En otro encuentro posterior, en mayo de 2005, se abordaron aspectos más técnicos y de la necesidad de constituir una sociedad, dado que Juana Martín no tenía estructura, y establecer un plan de viabilidad, así como de los préstamos participativos que iba a concederle Invercaria,

Esta testigo, que ha asegurado que colaboró en el proyecto sin recibir ninguna retribución y que no le ofrecieron ser la directora general de la empresa de Juana Martín, acabó desvinculándose de la iniciativa en septiembre de 2006. "Me quité de en medio en 2006. Me espanta", ha declarado.

A lo largo de su declaración se ha puesto de manifiesto el desencuentro entre la testigo y la diseñadora, si bien María Fernández ha afirmado que es la modista la que tiene animadversión hacia ella. Sin embargo, a preguntas de la defensa de Juana Martín, María Fernández ha reconocido que fue condenada por un juzgado de lo Penal de Córdoba por un delito de injurias contra la diseñadora en las redes sociales, aunque la Audiencia Provincial revocó esa condena y la absolvió. 

La testigo también ha admitido que en 2015 entregó al grupo de Blanqueo de Capitales de la Policía Nacional diversa documentación sobre el proyecto de Juana Martín que guardaba en su domicilio y que lo hizo "sin ver" dichos documentos, todo ello después de haber recibido "insultos y amenazas" por parte de la pareja de Juana Martín, aunque la denuncia por estos hechos fue archivada.

La testigo, que vive en la misma calle que Juana Martín, ha contado igualmente un nuevo incidente con el marido de la diseñara que habría tenido lugar el pasado viernes, cuando de nuevo fue insultada y le "escupieron", por lo que ha procedido a presentar una denuncia por estos hechos.

El Plan director "no era un documento esencial"

De otro lado, en la sesión de este miércoles también ha prestado declaración como testigo la ex presidenta de Invercaria Laura Gómiz, que ha comparecido ante el tribunal asistida por su letrado, Adolfo Cuéllar, dado que tiene otros procesos pendientes relacionados con esta macrocausa. Laura Gómiz ha asegurado a los magistrados de la Sección Primera de la Audiencia de Sevilla que no participó en la toma de decisiones de los préstamos concedidos a Juana Martín y ha contado que a su llegada a Invercaria la sociedad estaba "desbordada de trabajo", por lo que impulsó una serie de medidas para solventar el problema.

La ex presidenta de Invercaria ha indicado que no recuerda que hubiera ninguna señal de alarma en el proyecto de Juana Martín y sobre el borrador del Plan Director 2005-2008 de la sociedad pública ha explicado que "no es un manual de procedimiento", sino que se trata de un documento que incluye procesos estándares pero no es un manual operativo, por lo que ha concluido asegurando que en el año 2009 el plan director "no era un documento esencial" en el trabajo que se hacía en Invercaria.

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