Andaluzas 22M

"Es lamentable acudir al miedo para evitar que haya una alternativa"

  • "Hablamos demasiado de Ciudadanos" "Le hemos faltado al respeto a la gente con el tema de la corrupción"

Entrevistas

en campaña

A estas alturas de la campaña, a Juanma Moreno ya se le nota el cansancio. Lleva en el cuerpo unos 7.000 kilómetros y cuarenta actos en su asalto a la Junta. Sentado en la furgoneta que le traslada a Málaga afirma sentirse "muy bien e ilusionado" y se ve con opciones de llegar a San Telmo porque "hemos hecho una campaña de menos a más". En ese crescendo han tenido mucho que ver los dos debates gracias a los que ha logrado movilizar a su partido y destapar el rostro de Susana Díaz, "una persona altiva con un modelo de gestión basado en la soberbia". No puede ocultar su satisfacción por cómo le ha ido en televisión, sobre todo el pasado lunes, ya que se ha visto que "hay unas normas mínimas de decoro, educación y cortesía que incumplió" su oponente. La inyección de moral le lleva a incrementar la presión sobre su contrincante, a la que ve "nerviosa" y contra la que está centrándose la campaña popular esta semana. El objetivo es demostrar que es una mujer "soberbia" y con un modelo de gestión basado en la confrontación.

En estos quince días, el candidato popular ha demostrado que no es amante de la dureza, pero tampoco la elude. Le molestó mucho que se publicaran los datos de escolarización de sus hijos "para favorecer a la candidata socialista, simplemente para erosionarme a mí" y desvincula ese uso de menores del vídeo de campaña que ha lanzado en el que aparecen su madre, su esposa y sus hijos. "No es lo mismo", afirma, "hemos hecho un vídeo familiar, con el consentimiento de todos y además los niños siempre salen de lado o desenfocados".

El domingo se juega mucho, pero descarta que esté en peligro su futuro al frente del PP andaluz por muy mal que se den los resultados. Destaca que "mi compromiso es sólo de ida" y que estos días han demostrado que "hay un presidente con solidez en los planteamientos, experiencia y un proyecto a medio y largo plazo". De huida, nada. Más aún cuando Mariano Rajoy baja cinco veces a Andalucía en la campaña, una presencia que no eclipsa su discurso. "Él tiene su mensaje y yo los míos", zanja.

Moreno ve el escenario muy abierto y, aunque insiste en que él está aquí para ganar, no elude los pactos. Las afirmaciones de Rajoy de que debe gobernar a la lista más votada no las considera una advertencia personal aunque tiene claro que las aplicará disciplinadamente. "Tenemos que empezar a respetar las preferencias de los ciudadanos", avisa, y, aunque elude hablar claramente de un posible respaldo a Susana Díaz en el pleno de toma de posesión, deja claro que "antepondré los intereses de Andalucía".

En su camino a San Telmo, el PP debe "conectar" con la realidad andaluza, algo que reconoce que sí ha sabido hacer el PSOE y "por eso lleva 33 años en el Gobierno". El candidato, sin embargo, cree que esto es cada día más fácil de rectificar porque los populares ya gestionan "los intereses del 60% de los andaluces y no hay miedo". El miedo, la estrategia socialista para llamar a su voto en esta última semana, le crispa y no lo entiende. Es más, considera que "es lamentable utilizar la variable del miedo para evitar que haya una alternativa".

En la pelea contra el PSOE, los populares se mueven con comodidad, pero la irrupción de Ciudadanos les está dando muchos dolores de cabeza. Tantos, que admite que "hablamos demasiado de Ciudadanos" y hay que centrarse más en trasladar "el mensaje del PP y denunciar la gestión de Susana Díaz". Asume que la llegada del partido naranja y de Podemos responde a los errores cometidos por los dos partidos tradicionales. "Le hemos faltado el respeto a los ciudadanos en demasiadas ocasiones con la corrupción", sentencia, "y no hemos sabido interpretar la nueva relación, basada en la confianza, la humildad y la cercanía, que debe existir entre ellos y los gestores públicos". Esto no obsta para que tenga claro que ambos partidos "son afluentes que van al mismo río" del acuerdo con el PSOE. Él no pactará porque espera recuperar el millón y medio de votos de 2012 y lo aclara porque "hay que hablarle claro a los ciudadanos antes de las elecciones". Una claridad que le lleva a no comprender bien "cómo una personas que crean en los principios del PP" pueden optar por una opción de centroizquierda como Ciudadanos y a justificar el supuesto apoyo de los poderes económicos a Susana Díaz en que "no la conocen bien". Eso sí, "después de los debates eso ya no es así".

La corrupción ha sobrevolado los 15 días de campaña, aunque los ataques más duros se los ha dejado el candidato a los teloneros de sus mítines. No quiere estropear la imagen de niño bueno que ofrece aunque es rotundo al afirmar que a los imputados, a aquellos que se enfrenten a un juicio oral, "hay que apartarlos de sus responsabilidades". Otra cosa son las responsabilidades políticas, donde apunta con nitidez: "Yo pido la dimisión de Chaves y Griñán no porque estén imputados, sino porque durante diez años no han sido capaces de controlar y fiscalizar las cuentas públicas". Esta es la estrategia final de campaña, igualar a Susana Díaz con sus antecesores "porque no hay nada que desanime más a un votante del PSOE que la corrupción". Pese a todo, en este asunto hace acto de contricción y admite que "los partidos debemos dejar de tirarnos los trastos a la cabeza".

La campaña de Moreno tiene un eje que se repite hasta la saciedad: el empleo. No hay reunión, acto o mitin en el que no reitere que esa es la lacra de Andalucía. Mantiene que la promesa de Rajoy de crear un millón de empleos se puede cumplir. Las críticas recibidas las atribuye a "falta de ambición" e insiste en que no "me resigno a no combatir el paro". El horizonte lo tiene aprendido, "recuperar el millón de empleos que se destruyeron con la crisis", y el medio para ello será una reorganización de la Administración andaluza para impulsar un cuerpo de "aceleradores de inversión". Con ellos, y con medidas como la rebaja del 2% del IRPF, la simplificación burocrática y normativa o la retirada del impuesto de sucesiones y donaciones, cree que puede derribar la barrera del 10% del desempleo que se considera estructural en Andalucía.

Los otros dos ejes programáticos que no se ha cansado de repetir son la sanidad y la educación. Para ambos promete planes específicos y sobre todo "escuchar a los profesionales". Sabe que ahí hay una bolsa de descontento contra Susana Díaz a la que siempre acusa de no atender a nadie. Defiende la educación pública, pero tiene claro que la concertada "es parte de ella" y que "hay que pagarle las deudas y homologar a los profesores".

Cuando la furgoneta donde ha transcurrido la entrevista entra en Málaga, Moreno tiene tiempo para considerar "una estupidez impropia de alguien con su solvencia intelectual" que Antonio Maíllo dijera que no se explica que siendo hijo de emigrantes sea de derechas. La procedencia familiar, otro recurso político. En estos quince días ha llegado a dar la impresión de que sólo viniendo de familias humildes se puede ser candidato a las elecciones, una afirmación que comparte que empobrece aunque se escabulle justificando que "yo tenía que contar mi historia porque no se me conocía".

Juanma Moreno

Candidato del PP a la Presidencia de la Junta

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios