Andaluzas 22M

¿A quién pide el voto tu partido...?

  • PSOE y PP tratan de conservar a sus votantes tradicionales ante las redes de los partidos "desafiantes" como Podemos y Ciudadanos, en un escenario inédito en la política andaluza.

Nunca antes unas elecciones autonómicas habían generado tantos elementos que hicieran tan impredecible el resultado que se recogerá hoy en las urnas. Al eje tradicional izquierda/ derecha se ha unido la tensión entre viejo/ nuevo, por primera vez de manera real, y otros que caen en racimo como voto rural/ voto urbano; continuidad/ cambio, estabilidad/ incertidumbre (miedo) o fidelidad/ descontento. Politólogos, estadísticos y sociólogos analizan el mensaje que han trasladado los partidos en la campaña para conservar/seducir a los votantes con la conclusión de que nada está decidido y, sobre todo, de que el escenario es inédito con tantos partidos políticos en disputa.

Manuel Pérez Yruela, sociólogo e investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), señala que tanto PSOE como PP, los dos partidos mayoritarios, se han apoyado en el mensaje de la recuperación de la confianza, "aunque el PP, con sus mensajes de creación de empleo, parece que está sembrando más para las generales, porque las decisiones que ha tomado su Gobierno en Madrid le van a pasar factura en estas elecciones andaluzas", donde todavía está muy presente en la conciencia del electorado el eje izquierda/ derecha.

Pérez Yruela, ex director del Instituto de Estudios Sociales Avanzados de Andalucía (IESA) cree que la corrupción, en concreto, el caso de los ERE, es un factor ya "amortizado" por los socialistas, ya que se trata de un tema que no es nuevo. Señala que el PSOE ha basado su mensaje en un "segundo salto adelante", en trasladar que van a consolidar lo que ya han hecho, con un mensaje de clase social más acentuado que Podemos o Ciudadanos, que son partidos horizontales y a quienes se les identifica más claramente con el catch all party, es decir, con la captación de votantes de todos los estratos sociales y edades.

Muy parecido es el análisis que hace Ángel Valencia, catedrático de Ciencias Políticas en la Universidad de Málaga. Para Valencia, el PP "ha trasladado un mensaje claramente conservador, priorizando el empleo y con la idea de rentabilizar los magros resultados económicos de una España de ciencia ficción" frente a la apuesta del PSOE por "reforzar la línea social y de protección con el mantenimiento del Estado de bienestar". Valencia señala que el PSOE ha apostado por una campaña personalista centrada en la candidata Susana Díaz, "sabiendo que cae bien a la gente", y cuyo estado de gestación "la ha convertido en una especie de madre coraje que puede con todo".

Ninguno de los analistas destaca un impacto por la ruptura del pacto de Gobierno con IU, formación que, según Valencia, "ha quedado desencajada". "Tiene un liderazgo serio, mensajes serios, de una izquierda con propuestas ante la crisis, ante un PP centrado en la austeridad y un PSOE tibio, pero se ha quedado envejecida desde el punto de vista de la imagen y los mensajes, porque ese estado de indignación y de estado de cambio se lo han usurpado otras formaciones", señala el catedrático. Una de estas fuerzas llamadas "desafiantes" por la ciencia política sería Podemos, "que ha canalizado el descontento y la indignación contra la corrupción".

"Podemos se la juega ante un PSOE que tiene un voto ideológico muy fuerte de centro izquierda y un liderazgo de Susana Díaz que parece bien asentado; es un reto más complicado que en otras regiones", señala. Por las mismas razones ha captado al electorado Ciudadanos, según el profesor, "una fuerza socioliberal y muy poco definida, que contiene un voto conservador que representa la regeneración política, pero más aceptable para una persona de orden que la opción de Podemos".

La entrada de estas dos nuevas formaciones, de cualquiera de las formas en que se produzca, será una sorpresa, aunque todos los analistas descartan la posibilidad de que alguna sea la más votada.

Fernando Fernández-Llébrez, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Granada, aporta que sería una inmensa sorpresa que el PSOE no ganase, pero al presentarse tantos partidos con opciones se ignoran los techos o los suelos electorales, ya que "las referencias identitarias y partidarias de antaño se han venido abajo y están muy cuestionadas".

Fernández-Llébrez relata que Podemos, "que ha jugado la baza del cambio sin más apellido y lo tiene todo a favor para dicha estrategia", obtendrá un éxito si consolida a su electorado, claramente urbano y joven, aunque, en su opinión, si quiere dar el sorpasso al PSOE tendrá que ir a buscar el mundo rural y otras edades.

En el caso de Ciudadanos, el profesor considera que el impacto sobre el PP va a provocar que este partido sufra un revés mayor del que pensaban hace unos meses. El ascenso de Ciudadanos frena también la penetración del voto de Podemos hacia el centro, aunque "realmente está más a la derecha de lo que está el electorado de centro andaluz, pero ese desconocimiento le beneficia". IU por su parte ha utilizado los dos ejes principales (izquierda/derecha y viejo/nuevo), pero sin abandonar nunca el de la izquierda y, aunque resistirá mejor que en otras comunidades, Fernández-Llébrez pronostica que sus resultados serán malos para las expectativas que tenían hacen un año. Para el profesor, UPyD "no ha conseguido conectar, por lo que tendrá resultados flojos".

La entrada de protagonistas distintos introduce la novedad para Manuel Jiménez, profesor de Sociología de la Universidad Pablo de Olavide, de que por primera vez PSOE y el PP "no compiten entre sí, no buscan arrebatarse votos mutuamente".

Para el profesor, ahora PP y PSOE "han hecho campaña por parecer lo que no son, nuevos, y como es bastante razonable que los votantes no se crean que el PP y el PSOE sean nuevos, o que se hayan renovado, los candidatos (Susana Díaz y Juan Manuel Moreno) se esfuerzan por afirmar que ellos sí lo son".

Jiménez señala que PP y PSOE se han centrado en quienes aún no les han abandonado, "los más fieles, aquellos con convicciones ideológicas resistentes a todo tipo de informaciones desalentadoras (corrupción, recortes) o con convincentes lazos clientelares". En segundo lugar, opina que PSOE y PP se dirigen a los volátiles que han salido de sus filas.

"Aquí el mensaje del miedo es fundamental (miedo al radicalismo, miedo a la inexperiencia de las nuevas opciones) con la esperanza de que, lo expresado en los sondeos no sea otra cosa que eso, una amenaza de salir, y vuelvan a votarles o, al menos, bloqueados y tal vez algo frustrados, se queden en casa", aporta Jiménez, que concluye que "nunca antes hemos tenido tanto voto volátil en el aire".

Esta eventualidad lleva a los analistas a hacer pocas quinielas. El más atrevido es Pérez Yruela, que ha analizado las 20 encuestas publicadas en campaña hasta el pasado lunes. De este análisis determina que, con una media del 35% de voto, se produciría una victoria holgada del PSOE con la única duda de si llegará a la mayoría absoluta y un descenso del PP que perdería por encima de los diez escaños (en la actualidad tiene 50).

Las encuestas dan a las otras fuerzas una horquilla mucho más estrecha: Podemos (entre 14%-18% de voto); Ciudadanos (8%-11%) e Izquierda Unida (6,5%-8,5%). Prácticamente la última, la de Metroscopia, es muy similar a la del CIS, del 5 de marzo, salvo que baja un poco a Podemos y sube otro poco a Ciudadanos e IU.

En estas últimas encuestas el porcentaje de indecisos ha bajado del 40% al 20%, lo normal en estos procesos, por lo que la gran mayoría de los andaluces tendría ya decidido el voto desde la última semana, según el investigador, que fuera portavoz del Gobierno entre abril de 2009 y marzo de 2010.

Aunque Pérez Yruela admite que la influencia de los restos (esos votos finales del recuento que deciden el último parlamentario de cada provincia), "puede jugar malas pasadas" de última hora. Al fin, esta noche, se descubrirá cuántos votos ha conseguido atraer tu partido.

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