Cultura

Isabel Bayón se reinventa al dictado de otros coreógrafos en su nueva obra

  • La bailaora sevillana estrena esta noche en el Central 'En la horma de sus zapatos'

Para Domingo González, director de la Bienal, la bailaora Isabel Bayón es "una artista muy querida y demandada", cuya categoría se aprecia en un detalle: cuando la gente habla de su trabajo "se refiere a ella por el apellido, como ocurre con las grandes". La Bayón estrena hoy en el Teatro Central (a las 23:00) En la horma de sus zapatos, un espectáculo en el que la intérprete se presta a reinvenntarse siguiendo indicaciones de otros coreógrafos para terminar encontrándose a sí misma. Un montaje "delicado como un caramelo", íntimo y "sin pretensiones", en el que la sevillana apunta, con modestia y generosidad, que para ser alguien en toda su plenitud hay que aprender también del entorno.

Bayón explicó ayer que sentía curiosidad por experimentar "cómo sentían otros coreógrafos la danza" y se armó de coraje para un desafío: recurrió a tres creadores, Fernando Romero, Florencio Campo y Rubén Olmo, que no tenían "nada que ver entre ellos pero tampoco conmigo", reconoce. Para "unificar el trabajo", sólo les dio un mismo punto de partida, un poema de Miguel Hernández, Por tu pie, la blancura más bailable, con el que ella se sentía identificada. A partir de ahí, cada uno podía hacer "su versión" y disponía de "libertad total", ya que Bayón se prestaba "a interpretar el concepto que cada uno tenía".

Después de este fragmento en el que se adapta a las visiones de otros, en la segunda parte se calza sus propios zapatos. En esa esfera más personal se da un "homenaje" a "personas que tienen que ver conmigo, con mi vida y con mi carrera". Maestros "en los que todos nos debemos mirar para ir hacia adelante" a los que Bayón muestra su gratitud por el legado. "Para avanzar hay que mirar atrás, y más en el flamenco, que está hecho de personalidades que han dejado su sello", sostiene la coreógrafa, que si esta vez no ha incluido en su propuesta a artistas invitados -como en Tórtola Valencia, donde Matilde Coral y Miguel Poveda protagonizaban uno de los momentos más emotivos de la obra- presume de un elenco en el que "todos podrían ser artistas invitados, porque todos son grandes". El cante de David Lagos y Miguel A. Soto Londro, las guitarras y la composición musical de Jesús Torres y Paco Arriaga ayudan a la magia de un espectáculo que Bayón ha sacado adelante "sin ningún tipo de ayudas, sola, únicamente con el apoyo de la productora El Mandaíto".

Además de encargarse de una de las coreografías, Florencio Campo -conocido por su trabajo en la compañía Arrieritos- ha realizado la dirección del montaje. La experiencia, resume, ha sido "muy interesante" y demuestra que "mejor que mirarnos el ombligo es mezclarnos con los demás e intercambiar experiencias". Campo percibe En la horma de sus zapatos como un espectáculo "pequeño, en el mejor sentido de la palabra; una cosa íntima, sin efectos, que si funciona puede ser muy grande. Todo gira alrededor de ella, de su universo. Es baile y emoción, los mejores ingredientes para una Bienal".

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