Cultura

Volveré a recorrer los caminos

Cante: Esperanza Fernández. Guitarra: Miguel Ángel Cortés, David Carmona. Percusión: Paquito González. Palmas y coros: José Manuel Ramos, Juan San Juan, Jorge Aguilar. Piano y dirección musical: Dorantes. Fecha: Jueves, 7 de octubre. Lugar: Teatro Lope de Vega. Aforo: Casi lleno.

La cara más terrorífica de la actualidad propició anoche el momento de más emoción de lo que llevamos de Bienal. La noticia de nuevos procederes racistas contra los gitanos de parte de las autoridades de la fraternal, igualitaria y liberal República Francesa dio un sentido extra al bis con el que Esperanza Fernández celebró anoche su etnia y evocó las persecuciones y exclusiones que ha sufrido esta raza a lo largo de la historia. El tema es Gelem, Gelem, lo compuso Jarko Jomanovic sobre un tema tradicional de los gitanos balcánicos. Este arte es muy sensible a las problemáticas de los gitanos, está claro, pero estos días todos nos sentimos gitanos búlgaros y rumanos. Porque este país tiene una larga historia de exclusiones y persecuciones. Cantó Fernández rota de emoción y emocionó.

Esta canción está incluida en el segundo disco de la cantaora, mientras que los tangos de la lorquiana Baladilla de los tres ríos, que ejecutó con solidez rítmica y complicidad con el grupo, pertenece a su primera entrega discográfica. Es decir que el concierto de ayer de Fernández es un recorrido por las diferentes etapas de la cantaora, sus diferentes sensibilidades, desde su devoción por Fernanda y Bernarda de Utrera hasta un estándar del jazz como My funny Valentine, pasando por la nana que abrió el concierto, del espectáculo Amargo. A Fernanda la recordó con una entregada soleá a capella que enlazó con una canción por bulerías a la manera de Bernarda. La entrada de la guitarra propició un delicioso preludio de Miguel Ángel Cortés por seguiriyas. El tocaor de Granada estuvo portentoso toda la noche, aunque la cantaora no llegó a romper por seguiriyas sino en el cambio, tanto rítmico como melódico, con el que cerró la pieza. Luego intérpretó algunos arreglos decimonónicos, neopopulares, de piezas folclóricas (procedentes de un espectáculo que presentó en la Bienal de 2006), que remató con una serie de cantes abandolaos cada vez más frenéticos, entre los que incluyó la Malagueña de Joaquín Nin. Las cantiñas fueron otro de los momentos estelares de la noche, por el dominio rítmico que la cantaora mostró en ellas. Manolito Reyes es una tópica copla por bulerías con la que Fernández homenajeó a la Niña de los Peines, también incluida en su segundo disco, y que tiene una melodía deliciosa. Fue el final de un recital que incluyó un interludio jazzístico a dúo con Dorantes y que, además del estándar citado, incluyó la canción De ti y de mí, de la Bienal del 94. Es decir, un resumen de la carrera de la cantaora, con su faceta más flamenca, la neopopular, la jazzística. Pero lo que resuena en la memoria es el Gelem Gelem, "Palem ka gav lungone dromençar, volveré a recorrer los caminos".

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