Contrato precario, oposiciones o la cola del paro. Este reducido abanico de opciones es el que contemplan la mayoría de los jóvenes cuando terminan sus estudios. Y es que claro, titubean sin convicción, igual que cuando se enfrentan a las respuestas a,b,c en el test de una revista de adolescentes. La Junta de Andalucía se ha propuesto romper con esta mentalidad de "mileuristas" para hacer de las aulas un vivero de jóvenes emprendedores.

El Proyecto de Fomento de la Cultura Emprendedora se introducirá el próximo curso en los centros educativos con el fin de dar a conocer a los alumnos "las herramientas y estructuras" que la administración andaluza pone a su disposición para crear empresas, señaló el delegado de Economía, Innovación y Ciencia, Francisco Cuenca. Este año, la experiencia piloto puesta en marcha por esta Consejería, junto a la de Educación, se desarrolla en Granada en el Instituto Hermenegildo Lanz y en el Aben Muriel, de la localidad de Benamaurel. Si todo va bien, el año que viene se introducirá en Primaria, Secundaria y FP.

El Plan incluirá, entre otros contenidos, la elaboración de programas y manuales de formación del profesorado, la definición de un sistema de gestión y evaluación, así como la construcción de una plataforma tecnológica de desarrollo.

Cuenca lanzó un mensaje muy claro a los estudiantes del centro granadino para iniciar el cambio de mentalidad y llamó al abandono de la pasividad por los valores del emprendimiento. "No esperéis a que las cosas vengan de fuera, sino que es necesario tomar decisiones", dijo. Para ello, afirmó que el nuevo proyecto ayudará a que los alumnos decidan "a qué se quieren dedicar y lo lleven a cabo".

En este sentido, animó a los que decidan que "no quieren tener jefes", a montar su propia empresa, asumiendo "la responsabilidad de dar un primer paso". Recordó que la Junta pone a su disposición "desde el primer día, un técnico para que si la idea es factible, se materialice". Frente a esta actitud emprendedora, puso como ejemplo contrario a los "mileuristas", que tienen "alta cualificación, pero no trabajo", ya que "dependen de que los contrate la administración o una empresa". Por esto, apostó por una formación complementaria en la creación de negocios propios.

Por su parte, la delegada de Educación, Ana Gámez, aprovechó la visita al Instituto Politécnico Hermenegildo Lanz para destacar que la FP "vive momentos de mucho prestigio entre el alumnado y el tejido empresarial". No obstante, afirmó que aunque el 86% de sus alumnos encuentran un empleo en la opción que han elegido, "también es necesario tener iniciativas propias".

Sin embargo, hay mucho trabajo por hacer, ya que los alumnos aún no han asimilado la 'cultura emprendedora' y ven más obstáculos que alicientes a la hora de montar su propio negocio. Miguel Chaves, alumno del segundo curso del Ciclo Medio de Equipos e Instalaciones Electrotécnicas, dijo que aunque se había planteado crear una empresa, "para decir 'me tiro de cabeza' es necesario el dinero y tener un respaldo detrás" del proyecto. "Si montas algo y después no funciona, no sólo te lleva a ti por delante, sino a todos los que te han avalado", señaló. Como ejemplo de las dificultades a las que se enfrentan, puso los gastos que conlleva una empresa de electricidad, y que complican, sobretodo, los primeros años de andadura de una empresa.

David Cervera, alumno del mismo ciclo, indicó como principal escollo para convertirse en emprededor la falta de experiencia, que señaló como "necesaria antes de crear un negocio y meterte en un mundo del que no tienes ni idea, aunque hayas estudiado".