Soli Arbulú y Vera Baena son amigas desde la infancia. Una vive en Marbella y la otra en Barcelona y tenían una vida de locos. Vera trabajaba en una multinacional como abogada y Soli era diseñadora gráfica. Ambas tienen varios hijos y apenas contaban con tiempo libre para criarlos y disfrutar de ellos. Hace seis años decidieron que había que cambiar las prioridades, que necesitaban un autoempleo que les permitiera compatibilizar más la vida laboral y familiar y pensaron en una idea original: hacer galletas creativas. Dicho y hecho. Una tercera persona les enseñó el arte de la repostería y fundaron la empresa Kukis. Tienen el obrador en Marbella, donde trabajan seis personas, y una tienda de exposición en Barcelona, aunque también se pueden hacer compras por internet. Gracias a la Red ya exportan galletas a Italia, Portugal, Holanda, Andorra, Gran Bretaña o Alemania y, según explica Soli, "nos han llamado vía internet y estamos hablando con personas de Suramérica para ver la posibilidad de abrir alguna tienda allí mediante franquicias".

Producen y venden galletas con cualquier tipo de decoración, así como obleas para tartas y pasteles en las que se puede incluso poner una fotografía. "Es una línea nueva que está teniendo mucho éxito", afirma Soli, quien defiende que sus productos "se pueden definir como un regalo que se come más que como repostería porque le damos mucha importancia a la presentación. En un principio pensamos en cumpleaños y bautizos, pero también hacemos muchos regalos de empresa, bodas o eventos". Soli explica que son capaces de personalizar hasta 2.000 galletas si es necesario.

Una empresa malagueña a la que le viene bien el verano es International Pool Technology. La forman tres compañías que se asociaron hace tres años para crear un consorcio de exportación cuyo objetivo es la construcción de piscinas en el extranjero. "Eran tres empresas medianas y ninguna se atrevía a salir al exterior sola, pero sí unidas", señala Miguel Fernández, presidente del consorcio. En principio pensaban dirigir su actividad a Europa del Este, el norte de África y Emiratos Árabes pero "hemos tenido que adaptar nuestros recursos y estamos trabajando por ahora solo en Marruecos", añade Fernández. En estos momentos están terminando un proyecto de 40 piscinas en una urbanización de villas de lujo en Tánger y ya se han presentado a medio centenar de concursos de los cuales "hay cuatro o cinco que están en su fase final y donde tenemos buenas perspectivas".

El negocio de Juan Manuel Hernández es completamente distinto. Fabrica productos de souvenirs (llaveros, bolígrafos, etcétera) que vende principalmente en la Costa del Sol, Mallorca y Canarias. Hace ocho años fueron a Cuba a una misión comercial de la Cámara de Comercio de Málaga, "tanteamos el mercado y vimos que había posibilidades por lo que decidimos entrar en ese país", señala el propietario de la empresa llamada Expo Souvenirs. Hernández reconoce que la exportación no atraviesa por su mejor momento "porque el cambio euro-dólar nos perjudica pero la idea es aguantar como podamos".