Cultura

'Café Society', historia de dos ciudades

  • Woody Allen regresa este viernes a los cines con una película coral ambientada en la Nueva York y el Hollywood de los años 30. Jesse Eisenberg y Kristen Stewart encabezan el reparto de la cinta.

Quedan lejos los tiempos en que el abrumador ingenio de Woody Allen regalaba con frecuencia al espectador obras maestras del calibre de Annie Hall, Manhattan, Hannah y sus hermanas o Delitos y faltas, pero, en esta etapa en la que abundan las películas menores y el neoyorquino parece estar reescribiéndose a sí mismo sin el pulso de antaño, mantiene aún las fuerzas para estrenar un título cada temporada, algunos de ellos tan apreciados, además, como Midnight in Paris o Blue Jasmine. "Un día me levantaré por la mañana, me dará un ictus y seré una de esas personas en silla de ruedas", dijo el cineasta con su particular humor el pasado Festival de Cannes, "pero, hasta que eso suceda, seguiré haciendo películas". A sus 80 años, Allen no está dispuesto a frenarse: en septiembre Amazon emitirá Crisis in Six Scenes, su salto a la pequeña pantalla, una serie de seis capítulos que el director protagoniza junto a Miley Cyrus, y este otoño rodará su nuevo largometraje con Kate Winslet y Justin Timberlake en el reparto. Y, mientras, llega a las pantallas españolas, mañana, su última película, Café Society.

En ella, el director deja atrás la descreída misantropía de Irrational Man y opta por las sofisticadas hechuras de una historia romántica ambientada en los años 30. Bobby Dorfman (Jesse Eisenberg, que repite con Allen tras A Roma con amor), un joven que se ha trasladado desde Nueva York a Hollywood en busca de nuevos aires, se enamora de la mujer equivocada: Vonnie (Kristen Stewart), la asistente de su tío Phil (Steve Carell), un poderoso agente de la meca del cine bajo cuya protección ha ido el chaval a buscarse la vida. "Bobby empieza la película como una página casi en blanco, una especie de soñador ingenuo que cree que puede ir a Hollywood y se verá acogido con los brazos abiertos por la industria", explica Eisenberg sobre su personaje, que a lo largo de la película sufrirá una transformación en la que también tendrá un papel determinante Veronica (Blake Lively), otra mujer que se cruzará en su camino.

Pero Café Society no se centra sólo en las andanzas sentimentales de Dorfman: es un relato coral en el que la narración avanza entre múltiples personajes, desde la compleja familia del protagonista -que se mueve entre la integridad moral del progenitor, joyero, y el despreocupado hermano mafioso- a las estrellas de cine, los playboys y los integrantes de la alta sociedad que deambulan por los clubes en los que trabaja Bobby. "Cuando escribí el guión, lo estructuré como una novela. No quería que fuera la historia de una sola persona", asegura Allen sobre un filme en el que la crítica ha advertido el eco de Scott Fitzgerald y en el que se ha reservado la función de narrador. "Me incluí a mí mismo porque sabía exactamente qué inflexión quería que tuviera cada palabra, como si estuviera leyendo mi novela", afirma.

Café Society supone, además, la alianza del autor de Balas sobre Broadway con el veterano director de fotografía Vittorio Storaro. Ambos habían coincidido en proyectos de forma tangencial -en Historias de Nueva York el italiano se encargó del fragmento que dirigía Coppola, pero no del suyo; Storaro trabajó también en Cachitos picantes, que protagonizaba Allen-, y con la primera colaboración se han enfrentado a una asigntura pendiente, la de rodar en formato digital. Todo apunta a que el maestro de Apocalypse Now o El último emperador no ha rebajado su exigencia con la edad. Para esta cinta despliega una paleta de matices. "En el Bronx, hay una luz vespertina, casi invernal. En Hollywood, colores primarios muy fuertes, tonos cálidos, muy soleado. Cuando Bobby regresa a Nueva York, todo tiene mucha más luz. A medida que avanza la película, hay más equilibrio entre los elementos visuales de las dos ciudades opuestas. Me gusta que partes que son contrarias visualmente, al principio, se vayan haciendo más similares poco a poco, hasta que se unan".

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