Crítica de Cine

Egipto en el furgón

Una imagen de la interesante película de Mohamed Diab.

Una imagen de la interesante película de Mohamed Diab.

Presentada en Un Certain Regard y en el concurso del Festival de Valladolid, la segunda película de Mohamed Diab (Cairo 687) nos acerca a los días convulsos de las revueltas y manifestaciones del verano de 2013 en las calles de El Cairo tras la destitución de Mohamed Morsi, líder de los Hermanos Musulmanes, como presidente de Egipto. Encerrados en un furgón policial, manifestantes, civiles y periodistas de uno y otro bando y distintas generaciones atraviesan una ciudad en estado de caos y furia sin salir del habitáculo móvil, que funciona en todo momento como evidente metáfora a presión de una sociedad civil dividida y enfrentada en lo político y lo religioso.

Diab se autoimpone la tarea de plantear el conflicto social con cierto afán didáctico y reconciliador sin salir nunca al exterior, dejando que el eco de los tiroteos, las lapidaciones y la violencia se filtre con poderoso realismo a través de las ventanas, las luces y el sonido, y concentrando todo el peso dramático de su filme en los roces continuos y la dialéctica de tensión creciente entre los personajes encerrados. Y de este tour de force es innegable que Diab sale airoso, gracias a un estupendo trabajo de cámara y a un montaje dinámico que consigue ensanchar el espacio para darle verdadero vuelo dramático, aunque para ello a veces suba demasiado el volumen del histrionismo y subraye con cierta insistencia el posicionamiento de los bandos.

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