Crítica 'Hielo'

Eternidad congelada

Hielo. Romance-fantasía, Portugal-España, 2015, 105 min. Dirección: Gonçalo y Luis Galvão Teles. Guión: Luís Diogo, G. Galvão Teles. Fotografía: João Ribeiro. Música: Filipe Raposo. Intérpretes: Ivana Baquero, Afonso Pimentel, Albano Jerónimo, Ivo Canelas, Ruth Gabriel, Carlos Santos, Gonçalo Galvão Teles, Inês Castel-Branco.

El veterano cineasta portugués Luis Galvão Teles (A rapariga dos fósforos, Retrato de família) y su hijo Gonçalo llevaron a la pasada edición del festival Fantasporto este inclasificable filme de género que se mueve entre el romance, el fantástico, el thriller y la metaficción (demasiado) autoconsciente. De la extraña mezcla de registros y materiales resulta una película pretenciosa, desequilibrada y por momentos irritante que aspira a entreverar varias tramas y tiempos con la presencia de Ivana Baquero (El laberinto del fauno) como nexo de unión, una joven estudiante de guión (¡!) de cuya fértil imaginación surgirá una historia sobre el recorrido del ADN de un primitivo hombre de las nieves que los Galvao Teles alternan con el romance de postal cursi que la joven vive con un estomagante compañero de estudios interpretado por Afonso Pimentel.

Entre diálogos seudopoéticos para la galería y constantes guiños cinéfilos a los propios mecanismos de la ficción, Hielo se bifurca, se desdobla y se repliega buscando ecos y resonancias trágicas que devienen más bien material para lo risible, sin que en ningún momento podamos albergar interés por las motivaciones y deseos de sus personajes, prototipos metaficcionales que se miran demasiado al ombligo mientras pasean por la nieve y las calles de Lisboa diciéndose lo mucho que se querrán hasta la eternidad.

Hay quien ha querido ver en este filme reflejos de Kieslowski, aunque mucho me temo que está más cerca de un Medem de rebajas.

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