Cine

Hollywood vuelve a la Biblia con 'Noé'

  • Russell Crowe encarna al personaje en la nueva película de Darren Aronofsky, que llega envuelta en polémica

Con polémica de por medio, prohibida en cuatro países y con una visión exacerbada de la historia bíblica, hoy llega a los cines españoles Noé, la muy particular versión de la historia del Arca realizada por el estadounidense Darren Aronofsky y con un obsesivo Russell Crowe como protagonista.

Espectacular, visualmente desbordante y con una extravagante puesta en escena, la película de Aronofsky no defraudará a los seguidores de este cineasta que si por algo se caracteriza es por sorprender con cada uno de sus proyectos.

Tras el éxito de Cisne negro, una película compleja en la que sobresalía la interpretación de Natalie Portman -que ganó el Oscar-, se esperaba con impaciencia el siguiente trabajo de Aronofsky, que con cada película ha dado un giro de 180 grados a su carrera.

Pi, Réquiem por un sueño, La fuente de la vida y El luchador fueron los largometrajes previos de este realizador neoyorquino que cuenta con tantos seguidores que le consideran brillante y rompedor, como detractores que le acusan de provocador y de buscar la fama por encima de todo.

Con Noé, Aronofsky volverá sin duda a dividir a los espectadores. Con los sueños alucinógenos de Noé y con las libertades que el realizador se ha tomado en la historia.

Porque Aronofsky rejuvenece a los protagonistas, elimina a las mujeres de los hijos de Noé -con la excepción de Emma Watson, a la que convierte en hermana adoptiva- y, además, hace que el Noé cabal descrito en la Biblia sea más bien un loco fuera de control y capaz incluso de plantearse el asesinato de su nieta.

Y eso son sólo un puñado de los detalles que el realizador ha modificado en aras del espectáculo cinematográfico, que completa con una desequilibrada batalla entre los malvados descendientes de Caín liderados por Tubalcaín (Ray Winston) y Noé y su familia, a los que defienden los Vigilantes, una especie de árboles de piedra gigantes y vivientes, al estilo de los del Señor de los Anillos.

Eso da pie a la parte más convencional de la película, un enfrentamiento que precede al diluvio, que es el momento más espectacular, aunque también el más alejado de la filosofía que impregna toda la historia.

Porque pese a su presupuesto de 130 millones de dólares (94 millones de euros), Aronofsky ha construido una historia centrada en la personalidad de Noé, en sus dilemas y en sus creencias. Lo muestra como un ecologista extremo, convencido de tener hilo directo con Dios y, por tanto, de que él es el único que actúa correctamente.

Una imagen que ha molestado en algunos países islámicos en los que Noé es el profeta Nuh, pero no tanto por lo que la película dice de él sino por su mera representación física, algo que prohíbe el islam. Eso ha llevado a Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Bahréin y Kuwait a prohibir la exhibición del filme, mientras que en Egipto la institución religiosa egipcia Al Azhar, la más prestigiosa del islam suní, también ha pedido que se impida su proyección en las salas.

Mientras, el realizador no parece preocupado por una polémica que lo que hace es avivar el interés por su película. Criado en un hogar judío conservador, Aronofsky conoce muy bien la historia de Noé, a quien considera el "santo patrón" de su vida creativa y que siempre quiso llevar a la gran pantalla. Por eso, asegura haber sido "muy respetuoso" en la traslación al cine del célebre relato de la Biblia.

Mientras, Crowe ha lanzado mensajes en su cuenta de Twitter dirigidos al papa Francisco para que vea una película que el actor australiano está convencido de que le va a gustar.

Crowe está arropado por un reparto con nombres como los del veterano Anthony Hopkins -que interpreta a Matusalén, el abuelo de Noé-, Jennifer Connelly como su mujer, la citada Watson o Douglas Booth y Logan Lerman como sus hijos. Unos personajes más definidos en la película que en la Biblia, donde en algunos casos ni siquiera aparecen.

"Cuando lees la historia de Noé en el Génesis no se habla de su esposa. Darren en el guión la ha descrito como una mujer definida por el amor a sus hijos y la devoción a su esposo, una mujer virtuosa", explicó Connelly, que se basó en opiniones de historiadores para construir su personaje. Una historia atractiva y muy bien interpretada que puede convertirse en otro éxito para el inquieto Aronofsky. De momento, una semana después de su estreno en Estados Unidos y en otros países como México, Argentina, Australia o Israel, su recaudación asciende a algo más de 100 millones de dólares (72 millones de euros).

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