SEFF 2017

Trine Dyrholm, la actriz implicada

  • La danesa, conocida por sus trabajos con Thomas Vinterberg y Susanne Bier, recibirá hoy el Premio Ciudad de Sevilla

  • En 'Nico, 1988' encarna a la mítica cantante de la Velvet Underground

La actriz danesa Trine Dyrholm.

La actriz danesa Trine Dyrholm. / Claus Bech

A lo largo de los años, gracias a películas como Celebración, Bungalow, En un mundo mejor,Un asunto real o La comuna, la actriz danesa Trine Dyrholm se ha convertido en "uno de esos rostros reconocibles para los espectadores que frecuentan el cine europeo", apunta el director del SEFF José Luis Cienfuegos sobre una intérprete que recibirá hoy, en la clausura del certamen, el Premio Ciudad de Sevilla, y que en su visita a la ciudad presenta además uno de sus últimos proyectos y "uno de los mayores retos" de su carrera, su transformación en la cantante y actriz Nico, figura de la Velvet Underground y musa de Andy Warhol, en Nico, 1988, una cinta dirigida por la italiana Susanna Nicchiarelli que fue galardonada como la mejor película de la sección Orizzonti en la pasada Mostra de Venecia.

Dyrholm (Odense, 1972) contó que al abordar el papel le ayudó el contar con experiencia previa como cantante -de hecho debutó en esta faceta antes que como actriz: a los 14 años compitió en el Gran Premio de la Canción Danesa, un concurso donde se elige al candidato danés a Eurovisión-. "Estaba acostumbrada a ponerme delante del público y cantar, con eso ya contaba", revela, aunque confiesa a continuación que no obstante sintió cierta inseguridad por encarnar a "un icono" como Nico. "Estaba asustada porque no quería ofender a nadie", admite Dyrholm ante el desafío de dar vida a una mujer "más oscura" que ella, "alguien que no tiene la necesidad de agradar", y de la que no quería "hacer una imitación, sino una versión". Nico, 1988, querecrea la etapa crepuscular de la alemana -la fecha del título es el año de su muerte-, es una película biográfica, pero para su protagonista es, más allá de la celebridad de su personaje, "un relato universal, un biopic tiene que serlo para que interese. Es la historia de una artista, de una mujer, de una madre, de una drogadicta que pelea contra su adicción. Eso era lo importante, que hablara de cosas en las que la gente se sienta reconocida".

"Es absurdo quejarte de tu edad y de que no te llega material. Hay que crearlo", dice la actriz

Antes de colaborar con Nicchiarelli, Dyrholm se ha puesto a las órdenes de otras cineastas como Pernille Fischer Christensen -con la que ha rodado películas como En soap, un trabajo del que se mostró ayer especialmente orgullosa, Alguien a quien amar oUnga Astrid, pendiente de estreno- y Susanne Bier -En un mundo mejor, Amor es todo lo que necesitas-, una circunstancia que llevó a la actriz a reivindicar que "necesitamos más directoras. La situación está mejorando; en Dinamarca, por ejemplo, están surgiendo muchas voces nuevas, y yo quiero apoyarlas. Ahora estoy en la posición de una señora mayor [la expresión parece un tanto exagerada: Dyrholm tiene en realidad 45 años] y he aprendido mucho, también porque empecé muy joven. Y quiero aportar eso a quienes empiezan", dice.

Si algo quedó claro en su encuentro con la prensa es que a la actriz nórdica le entusiasma involucrarse en un proyecto. "Es absurdo quejarte de tu edad y de que no te llega un material interesante, lo que hay que hacer es crearlo", opina. La comuna, de su viejo amigo Thomas Vinterberg, por la que ganó el Oso de Plata en la Berlinale y fue candidata a los Premios del Cine Europeo, resultó una aventura esclarecedora en este sentido. "Cuando me propuso la película, mi personaje no estaba acabado, me invitó a que lo creara con él. Y fue un proceso muy interesante", explica esta profesional del cine que también se dedica a asesorar sobre guiones.

Dyrholm señaló que en su país "también es difícil el cine de autor, la gente no va a las salas. Aunque ahora es un momento estimulante para buscar nuevos públicos y hacer propuestas distintas, con todas esas plataformas y esos medios", asegura. La actriz, que ha filmado varios proyectos en Alemania, cree que abrirse a Europa puede ser una solución a la incertidumbre. "Igual tu película no funciona en tu país, pero puede hacerlo en otro. Me gusta la diversidad, y con Europa se crean conexiones y alianzas muy inspiradoras". Esos lazos que vinculan el continente le permitirá estar hoy recibiendo un premio en Sevilla, a casi 3.000 kilómetros de su Odense natal. "Es sorprendente, sí. Anoche [por el jueves] estaba en el hotel con mi marido y le decía: Qué cosa más rara estar aquí. ¡Hay tantas actrices buenas! Estoy asombrada, pero no negaré que este reconocimiento es muy bonito".

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