Salir al cine

Buenas maneras de celebrar

  • El SEFF celebra hoy el Día del cine español con un programa doble en el Teatro Alameda que incluye ‘Función de noche’ (1981) y ‘Pa’trás ni pa’tomar impulso’ (2020), dos filmes que dialogan desde la heterodoxia de la no-ficción y el discurso feminista.

Función de noche (1981), de la cordobesa Josefina Molina, es una película importante de nuestro cine por varias razones. Por ejemplo, es la primera dirigida por una mujer en aparecer, en el puesto 48, en la lista de las 100 mejores del cine español elaborada en 2016 por la revista Caimán, una lista donde, por cierto, apenas aparecen cinco directoras más, Icíar Bollaín (Te doy mis ojos), Celicia Bartolomé (Margarita y el lobo), Mercedes Álvarez (El cielo gira), Isabel Coixet (Mi vida sin mí) y Pilar Miró (El crimen de Cuenca), todas ellas en posiciones más bajas.

Se trata también de un filme que, en plena Transición, se abría a una insólita modernidad de formato a mitad de camino entre el documental y el ensayo, a través de un original dispositivo especular que permite un apasionante juego de transferencias y resonancias entre la realidad y la representación. Molina, primera mujer egresada de la Escuela Oficial de Cine en 1969 y curtida en la televisión, aprovechaba el éxito de Lola Herrera sobre las tablas con su mítica representación de Cinco horas con Mario, para desvelar no sólo el proceso (extenuante) de su trabajo sino para filmar de qué manera éste se había infiltrado en ella para catalizar su propia vida y la separación del también actor Daniel Dicenta, con quien protagoniza una suerte de psico-drama verbalizado sobre su relación íntima filmado desde la distancia espía de unas paredes de espejo y con el contrapunto de las imágenes del exterior (la casa gallega, las calles, los hijos…) sobre las que resuenan el texto de Delibes y el relato confesional en primera persona.  

Estamos, por tanto, ante un filme con un fuerte componente improvisado, abiertamente auto-reflexivo y feminista que busca revelar y superar las lacras de la (mala) educación sentimental, conyugal y familiar del franquismo encarnadas en una mujer que asume el desengaño, el trauma y la autoconciencia como ejercicios liberadores que se extienden a toda una generación de mujeres españolas.   

Cuarenta años más tarde, y aunque ciertos discursos se empeñen en negarlo, la mujer española se ha liberado ya de muchas de aquellas cargas. A la Carmen Mesa de Pa’tras si pa’tomar impulso la conocimos en uno de esos Andaluces por el mundo capaces de convertir a cualquiera en tópico turístico. Bailaora cordobesa afincada en Buenos Aires, Mesa ya desprendía en aquel formato encorsetado un aire de autenticidad indomable, algo que se confirma en este curioso híbrido entre documental y ficción que vuelve a seguir sus pasos por Argentina, ahora sí con las herramientas del cine libre.

Porque es ella también la impulsora de este filme de Lupe Pérez García que camina siempre en la cuerda floja del docudrama y el retrato íntimo, un filme de concisa y sintética narración que la acompaña en un trayecto que apenas mira hacia atrás, si acaso para materializar sin sentimentalismo cierta nostalgia de las raíces que se cuece en el perol de un pollo al ajillo cocinado encima del escenario, en el santo colgado en la pared, las llamadas telefónicas a casa o ese diálogo bailado y cantado con las amigas que se quedaron en España. El filme se abre paso de manera firme y sincera asido al empuje arrollador de su personaje, a la energía de su cuerpo y la autenticidad de su palabra, en sus viajes, actuaciones, ensayos, encuentros, clases y decepciones, dejando que ese esbozo de ficción que la acompaña, los desamores y amores futuros, no sólo no entorpezcan el camino sino que lo hagan más atractivo de cara a una lectura feminista que no necesita altavoces, teoría ni subrayados.

> 'Función de noche' y 'Pa'trás ni pa'tomar impulso' se proyectan hoy jueves 6 de octubre a las 18h. y 20h. en el Teatro Alameda. Entradas: 3 euros. Más información: http://festivalcinesevilla.eu

El cine español se consagra al otoño

No ha aguantado la extraordinaria Pacfiction en la cartelera a tiempo para este Día del cine español que se celebra oficialmente hoy, justo en la fecha en que terminó el rodaje de Una pareja feliz de Bardem y Berlanga. Con todo, son estas fechas muy propicias para los estrenos más interesantes de nuestro cine tras su paso por San Sebastián y con miras a los Goya.

Les recomendamos encarecidamente La consagración de la primera, de Fernando Franco, un retrato de la sexualidad en la discapacidad a través del camino de (auto)descubrimiento de una joven y su relación con un chico con parálisis cerebral. También les animamos a ver, si no lo han hecho ya, la cinta que nos representará en los Oscar y la ganadora del último Oso de Oro, esa Alcarràs de Carla Simón que retrata el ocaso de un modo de vida agrario y a su comunidad. También resisten con fuerza en cartelera el sobrio drama carcelario ambientado en la Transición Modelo 77, de Alberto Rodríguez, y la comedia paterno-filial La vida padre, con un Karra Elejalde en modo libre. Y hoy mismo aterrizan también en salas En los márgenes, el drama sobre los desahucios dirigido por Juan Diego Botto y protagonizado por Penélope Cruz, y otro título de vocación comercial, Los renglones torcidos de Dios, thriller psiquiátrico dirigido por Oriol Paulo a partir de la conocida novela de Luca de Tena. 

Historia de nuestro cine

También pueden sumarse a la celebración del Día del cine español sin salir de casa y de forma gratuita. Entre las últimas incorporaciones a Historia de nuestro cine destacan dos títulos de Mario Camus, La colmena y Los farsantes, el curioso retrato de la delincuencia juvenil de Juventud a la intemperie, de Ignacio F. Iquino, El Lute, camina o revienta, de Vicente Aranda, o Noche de vino tinto, de José María Nunes, estupendo filme satélite de la Escuela de Barcelona y el Nuevo Cine Español de los 60.