Cine

El lápiz que soñó con lobos

  • El dibujante malagueño José Balbuena, formado entre Madrid y Los Ángeles, es uno de los artífices de 'Wolfwalkers', la película de animación de Tomm Moore nominada al Globo de Oro

José Balbuena (Málaga, 1988), con algunas de sus criaturas.

José Balbuena (Málaga, 1988), con algunas de sus criaturas. / M. G.

La infancia de José Balbuena en Torremolinos estuvo marcada por dos pasiones fundamentales: dibujar y contar historias. "Me juntaba con mi primo y mi hermana y jugábamos a las películas hasta que se nos iba el santo al cielo", afirma. En en el instituto tomó la decisión de dedicarse al cine y, llegado el momento, se mantuvo fiel en su empeño con lo que se trasladó a Madrid a estudiar dirección. Ya en sus primeros años de formación comprendió que tenía a su alcance la posibilidad de unir aquellas dos pasiones, el dibujo y las historias, a través del cine de animación. La obstinación de este malagueño del 88 dio sus frutos y no tardó en realizar sus primeros trabajos (firmó su primer contrato con Monografo Estudio) mientras continuaba su aprendizaje en Madrid, donde residió durante nueve años hasta que se impuso un cambio de rumbo: "Mi profesor Manuel Galiana, mi primer mentor, mi padrino en este oficio, me contaba cómo era trabajar en los estudios de animación de EEUU. Y yo no quería perder la oportunidad de conocerlo por mi cuenta. Así que me puse a ahorrar y terminé en Los Ángeles". Así comenzó la odisea internacional de Balbuena, cuyo último capítulo es, de momento, su participación en la última película del consagrado director irlandés Tomm Moore, Wolfwalkers, nominada al Globo de Oro a la mejor producción de animación. Pero vayamos por partes. 

Una escena de 'Wolfwalkers'. Una escena de 'Wolfwalkers'.

Una escena de 'Wolfwalkers'. / Cartoon Saloon

Balbuena pasó dos años en Los Ángeles: "En realidad fui como estudiante, porque era la manera más fácil de poder quedarme allí. Hice varios trabajos como freelance para estudios españoles y para publicidad, con lo que pude pagarme los cursos. Pero, a través de algunos amigos que hice allí, pude conocer estudios de Hollywood como los de Disney y Nickelodeon". Llegado el momento, sin embargo, "comprendí que ya no quería seguir estudiando, que esa fase había terminado. Que tenía que trabajar. Así que comencé a enviar mi curriculum desde allí". Una copia del mismo llegó a Cartoon Saloon, el estudio que Tomm Moore fundó en la ciudad irlandesa de Kilkenny. "Para mí era un sueño la mera posibilidad de aspirar a trabajar con ellos", apunta Balbuena. Pero sí: la llamada llegó y en 2017 el malagueño estaba haciendo las maletas para marcharse a trabajar a Irlanda.

El nombre de Tomm Moore es una referencia de primer orden en el cine de animación. Admirado por Hayao Miyazaki, nuestro hombre es el autor de películas como El secreto del libro de Kells (codirigida en 2009 con Nora Twomey) y La canción del mar (2014), nominadas ambas al Oscar a la mejor película en su género (La canción del mar obtuvo el mayor reconocimiento en los Premios del Cine Europeo y en numerosos festivales del mayor prestigio). Tanto es así que el estudio Cartoon Saloon es considerado ya bastión fundamental del cine de animación junto a los estudios Ghibli en Japón y Pixar en EEUU. Allí llegó José Balbuena, que debutó en el estudio como layout artist (diseñador y maquetador de fondos) para la serie Pete the Cat, distribuida por Amazon. Posteriormente trabajó como diseñador de localizaciones en otra serie, Dorg van Dango, de Nickelodeon. Tan positivo fue el resultado que el siguiente encargo resultó de órdago: Balbuena fue escogido para hacer los fondos de Wolfwalkers, el tercer largometraje de Moore, codirigido junto a Ross Stewart y estrenado el pasado mes de diciembre en Apple TV. La película aspira ya al Globo de Oro y, tras la entusiasta recepción de la crítica y el público, todo apunta a que volverá a contar con una nominación al Oscar. 

Balbuena desarrolla actualmente su primer proyecto personal, la serie 'BFFS!', con el estudio barcelonés Peekaboo Animation

Ambientada en un mundo de magia y fantasía, Wolfwalkers narra la historia de un joven cazador de lobos que conoce a una niña cuya naturaleza pone su mundo boca abajo. El filme ha recibido ya los premios de los críticos de Nueva York y Los Ángeles y la crítica lo ha consagrado ya como un clásico moderno del cine de animación, aunque la pandemia del coronavirus ha condenado a la película a una discreta presencia internacional en salas. Balbuena se integró en un equipo de siete artistas encargados de "recibir los storyboards, dibujar los fondos y dejar listos los archivos para el siguiente departamento de producción". Cuenta el malagueño que, al contrario que en los grandes estudios americanos, "Cartoon Saloon funciona como una gran familia multicultural en la que todos hablamos con todos de manera natural. Tomm Moore estaba siempre con nosotros y podíamos consultarle cualquier cosa sin problema". Cuando Balbuena terminó su trabajo en septiembre de 2019, únicamente pudo ver una versión muy primeriza de la película, "con lo que, cuando la vi terminada, fue un verdadero shock, aunque en todo momento pude reconocer mi trabajo". Confirma de paso el malagueño la adscripción sin fisuras de Cartoon Saloon por la vertiente más tradicional del cine de animación: "La consigna es: dibujar, dibujar y dibujar. Moore utiliza la tecnología para facilitar el dibujo, nunca para sustituirlo. Incluso se trabaja a veces en 3D pero para traducir el resultado después a 2D".

Los protagonistas del nuevo filme de Tomm Moore. Los protagonistas del nuevo filme de Tomm Moore.

Los protagonistas del nuevo filme de Tomm Moore. / Cartoon Saloon

El destino de Balbuena cuando dejó Cartoon Saloon en septiembre de 2017 no era otro que su Torremolinos natal, donde reside actualmente. Había llegado el momento de poner en marcha su primer proyecto personal y para ello se puso en contacto con varios estudios. El malagueño traía bajo el brazo el guión y los primeros dibujos de una serie animada que llevaba por título BBFS! (Best Friends Forever Stranded!); presentó el proyecto en festivales como Cartoon Springboard, 3DWire (ahora llamado Weird) y los Premios Quirino, donde obtuvo una mención especial. Finalmente, la serie sigue su desarrollo en el estudio barcelonés Peekaboo Animation: "Estamos en el momento más complicado, que es el de la venta, pero confiamos en que saldrá bien", apunta Balbuena, quien, mientras tanto, continúa prestando sus servicios a distancia a Cartoon Saloon: desde septiembre trabaja en el diseño de My father's dragon, adaptación de la novela infantil de Ruth Stiles Gannett que el estudio de Tomm Moore está produciendo para Netflix. "Es agotador trabajar en esto ocho horas al día y dedicar luego mi tiempo libre a BBFS! Pero estoy seguro de que valdrá la pena", explica el artista malagueño. Nosotros también.

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