The Humans | Estreno en Filmin

La casa se cae a pedazos

Una imagen del filme de Stephen Karam.

Una imagen del filme de Stephen Karam.

En la tradición del mejor teatro dramático norteamericano del pasado siglo, The Humans, obra en un acto de Stephen Karam, se ha ganado ya su hueco de prestigio en la escena neoyorquina, primero en el Off y luego en Broadway, desde donde ha cosechado premios como el Pulitzer o el Tony.

El propio Karam la adapta ahora buscando traducir al lenguaje cinematográfico algunos de los elementos de su pieza, que responde al clásico esquema del banquete distópico en una reunión familiar durante la festividad de Acción de Gracias. Los acordes minimalistas de Steve Reich suenan sobre los patios interiores de viejos edificios neoyorquinos filmados desde abajo. Poco a poco nos acercamos a una ventana y desde ella entramos al corazón de este drama sobre la ruptura y la decadencia del sueño americano, retrato de una familia de clase media en plena descomposición donde los silencios dicen tanto como las palabras y donde el apartamento ruinoso de Chinatown donde se desarrolla funciona como un evidente trasunto del desmoronamiento del núcleo.

The Humans se despliega así como un filme a un tiempo teatral y físico, un drama de pocas palabras y revelaciones importantes que despeja capa a capa las mentiras o las frustraciones de unos personajes que luchan por sostener el vínculo cuando los cimientos se tambalean y corroen como el propio piso-escenario que los acoge, filmado como si de un ente orgánico se tratara.

Karan intenta conciliar la sencillez elíptica de su texto y el registro naturalista de sus actores con algunos gestos de estilo deudores del cine de género, aunque no siempre con el equilibrio necesario. Dos actrices eminentemente cómicas como Amy Shurmer y Beanie Feldstein cambian aquí radicalmente de registro para interpretar a las dos hermanas, aunque son Richard Jenkins y una extraordinaria Jayne Houdyshell, padre y madre, quienes mejor sostienen, desde la contención y el ocultamiento finalmente revelados, la tensión y la potencia dramática de un filme que termina siendo también una historia de fantasmas.