cómics

Encajando piezas

  • Las cosas han cambiado mucho para la pareja de protagonistas de la serie publicada por la editorial Astiberri, que verán como sus vidas han tomado caminos totalmente opuestos

Una imagen de 'Sex Criminals'.

Una imagen de 'Sex Criminals'.

En el principio fueron Jon y Suzie, dos extraños que se dieron cuenta que compartían algo más que una pesada e invisible mochila del pasado e inseguridades. Se vieron sorprendidos cuando, practicando sexo, al llegar al orgasmo el tiempo se paraba. Pero no en sentido metafórico, no. Realmente el tiempo se detenía y podían recorrer la ciudad, colarse en los lugares más exclusivos y hacer una y mil fechorías… Se convirtieron en Criminales del Sexo.

Más tarde aparecieron los personajes secundarios. Doc, el psiquiatra de Jon, un tipo que sabe escuchar mientras mira escenas de películas porno en su portátil, la mayoría protagonizadas por su ídolo de la infancia, Jazmín Santa Cocaína, una actriz que fue la número uno en su carrera y que, en la actualidad, es una seria profesora universitaria con la que comparte una relación.

Y, por supuesto, el peligro encarnado en un inusual trío. La Policía del Sexo, comandado por la expeditiva Carakegel, una auténtica agente de policía con una doble, o debería decir triple vida. Junto a ella un orondo conductor de autobús y el todopoderoso presidente de una multinacional, Kuber Badal, un tipo sin escrúpulos que solo ansía dinero y poder.

Como Jon y Suzie averiguarán a lo largo de la trama, ellos no son los únicos que poseen estas, llamémoslas, capacidades a la hora de practicar sexo. Con el tiempo llegarán a conocer a Alix y Dewey, con los que pretenden enfrentarse al trío de agentes de la ley sexual.

Pero este quinto volumen empieza mal, fatal, para los protagonistas, ya que como sabréis los que seguís la serie, en el volumen anterior, las mentiras de Jon hicieron que la pareja rompiera, por lo que ahora los encontramos viviendo sus nuevas vidas: Jon con una chica con la que mantiene una relación abierta, tal vez demasiado, y Suzie junto a lo que podíamos definir como un gilipollas ilustrado, un tipo insoportable que no comprende a su pareja que, por cierto, se ha visto obligada a regresar a la casa de su madre, con la que no tiene una relación para nada fluida debido a esa mochila del pasado que os comentaba al principio.

Y ahora que todas las piezas están sobre el tablero la cosa se pone aún más interesante si cabe: Seremos testigos del descubrimiento de un gran secreto que define a uno de los personajes; cómo algunos van a cambiar de bando; otros de marcharán de la vida de sus, hasta ahora parejas y, sobre todo, sabremos si el destino de Jon Y Suzie es pasar separados el resto de sus existencias…

Los agoreros de la ficción insisten una y otra vez con esa famosa frase, "Ya no hay nada nuevo bajo el sol…". Afortunadamente, cada cierto tiempo surge una propuesta como este Sex Criminals, donde sus autores, el guionista Matt Fraction, al que conoceréis por poseer una largo currículum en el género superheroico (X-Men, Invencible Iron Man, Thor…), y que sorprendió a propios y extraños con el argumento de esta original serie que publica la editorial Image en los Estados Unidos, país donde las mentes bien pensantes se escandalizan cuando vislumbran un pezón pero quedan totalmente impasibles ante cualquier forma de violencia (estos últimos días hemos sido testigos de más de un desgraciado ejemplo de esta conducta).

Fraction sabe mezclar sabiamente una trama que te engancha desde la primera viñeta, con una fuerte dosis de ironía, un humor que marca muchas de las situaciones, con la vida y el pasado de una serie de personajes que comparte muchos traumas del pasado, la mayoría de la infancia y, claro está, cantidades industriales de sexo, en todas sus formas y prácticas imaginables.

Y en el apartado gráfico, nos encontramos a otro tipo con muy buen humor, el canadiense Chip Zdarsky (también guionista en series Marvel como Howard The Duck, Spiderman o Daredevil), que le saca todo el partido a las páginas del cómic, demostrando las casi infinitas maneras de narrar que tiene el Noveno Arte.

Ambos han conseguido algo que pocos logran, y es que gracias a algunos temas que se tocan dentro de la trama, muchos de sus lectores se hayan podido interesar en querer saber más sobre ellos, llegando a producirse una interacción, dentro del correo de la colección, en la que, tanto Fraction como Zdarsky han convertido ese espacio en un interesante y, en ocasiones, divertidísimo, gabinete sexual.

El grand finale se acerca, ya se vislumbra en el horizonte de estas magníficas páginas, una de las mejores series que se publican en la actualidad, en la que tal vez os veáis reflejados en algunas de las situaciones que en ellas se narran, quién sabe. Os aseguro que no seríais los primeros…

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios