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Forma y contenido

  • Marvel retoma a través de las serie 'Marvel Gold' las historias de Los Nuevos Mutantes, creados en 1982 por Chris Claremont y Bob McLeod

Ilustración del cómic.

Ilustración del cómic.

Creados en 1982 por Chris Claremont y Bob McLeod, los Nuevos Mutantes son un grupo de mutantes adolescentes, estudiantes de la Escuela del Profesor Xavier para Jóvenes Talentos, como en su día lo fueron los miembros de la Patrulla-X. Integrados de inicio por Bala de Cañón, Karma, Loba Venenosa, Espejismo y Mancha Solar, su presentación tuvo lugar en la cuarta Marvel Graphic Novel, a la que pronto siguió una serie regular (el primer spin-off del universo mutante de Marvel, de hecho), en la que se unirían nuevos miembros como Magma o Magik. Censurados por la sociedad, torturados emocionalmente, temerosos de mostrar su verdadera naturaleza, estos antihéroes buscaban actualizar uno de los temas principales de la narrativa mutante, tal como había sido presentado en los años sesenta por Stan Lee y Jack Kirby: la marginación. Y seguramente fuera este tema de la marginación, convertido en la melodía principal a partir de la siguiente Marvel Graphic Novel, la seminal Dios ama, el hombre mata, lo que tocó la fibra de los lectores e hizo finalmente de estos tebeos unos superventas. De un modo u otro, los mutantes resultaron ser el espejo perfecto de los adolescentes de su época, y nadie mejor que Claremont para capitalizar el asunto, y es que, como escribió Manuel Barrero en su libro Barry Windsor-Smith. La mirada infinita: "Claremont ha hecho de las dudas adolescentes, de la necesidad de autoafirmación y de los sentimientos de culpa el discurso de su carrera".

Pero lo cierto es que, artísticamente, la cosa tardó en arrancar. El apartado gráfico comenzó en manos de un nada brillante McLeod, al que siguió el veterano Sal Buscema, incapaz de aportar un sabor propio a la serie. Todo cambió con el proverbial número 18 (agosto de 1984), el primero del puñado de episodios dibujados por Bill Sienkiewicz, un autor radical, que logró que la rareza vital de los personajes se expresara visualmente. Desagradable para algunos, sublime para otros, la etapa de Sienkiewicz en Los Nuevos Mutantes permanece como una extraña obra maestra, a pesar, o quizá a causa, de la tensión entre la forma y el contenido, esto es, entre el culebrón urdido por Claremont y la experimentación gráfica de las páginas. Es sobresaliente de principio a fin, y los tres primeros episodios, los de la saga del Oso Místico, se citan habitualmente en los listados de los mejores tebeos de la historia del universo mutante.

Tras haber publicado lo de McLeod y Buscema en el tomo Tercera Génesis, que incluía la novela gráfica inaugural, los números 1 a 17 de The New Mutants y otro material relacionado con el inicio de la cabecera (como la miniserie Magik o el estupendo número 100 de Marvel Team-Up, firmado por Frank Miller), Panini recopila ahora los números 18 a 34 de The New Mutants, junto con el Annual 1 de la serie, el New Mutants Special Edition 1 y el X-Men Annual 9, de modo que van aquí todos los números dibujados por Sienkiewicz, y otras cosas como las Guerras asgardianas de Arthur Adams, que llegan a librerías por partida doble.

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