cómics

El amor duele

  • 'Cómo traté de ser una buena persona', obra autobiográfica, lleva al lector a la Viena de principios de la década de los 90 y muestra los enredos sentimentales de la protagonista

Viñetas de 'Cómo traté de ser una buena persona'.

Viñetas de 'Cómo traté de ser una buena persona'.

Nacida en Viena en 1967 y emigrada a Berlín a mediados de los 90, Ulli Lust es una de las historietistas europeas más celebradas de los últimos años. Se formó como diseñadora gráfica antes de dar el salto al cómic, primero con el grupo de dibujantes Alltagsspionage y luego con obras como la adaptación de la novela de Marcel Beyer Flughunde (Voices in the Dark) o la antología de historietas erótico-mitológicas Springpoems. En 2005, empezó a dirigir la editorial online electrocomics.com, y todo cambió para ella en 2009, cuando se publicó Hoy es el último día del resto de tu vida, una poderosa novela gráfica de tema autobiográfico que mereció galardones como el premio ICOM 2010, el Max und Moritz de los lectores 2010, el Artémisia cómic femenino 2011 o el premio al autor revelación en el Festival Internacional de Angoulême 2011.Situada a mediados de los ochenta, Lust se retrataba allí como una joven punki de apenas 17 años que se embarcaba en un viaje mochilero a Italia con su amiga Edi, de Viana a Sicilia, pasando por Verona, Roma y Nápoles. Artistas callejeros, yonkis y mafiosos pueblan las páginas de un libro bello y duro, descarnado en su denuncia del machismo recalcitrante que asola Europa, pero en el que destaca, por encima de todas las cosas, el deseo de libertad y el vitalismo de la autora.

Cómo traté de ser una buena persona es el esperado regreso de Lust, el siguiente paso en esta apasionante autobiografía en viñetas. Casi tan grueso como el anterior volumen, el presente nos lleva a la Viena de principios de la década de 1990, con una Ulli que ahora tiene 23 años, un hijo de cinco y busca ganarse la vida con su arte. El verde del bitono de Hoy es el último día del resto de tu vida da paso ahora al rosa, y el aspecto gráfico luce igualmente imponente. Lust posee una línea definida, gran soltura en el storytelling y una rara capacidad tanto para la caracterización como para la creación de ambientes (especialmente llamativas son las splash pages que trufan la novela gráfica), y, en lo literario, no duda en exponerse una y otra vez, revelando al lector toda clase de detalles íntimos.

Cómo traté de ser una buena persona muestra a una protagonista enredada sentimentalmente con Georg, un actor de teatro de 40 años con el que se siente emocionalmente segura, pero que no le satisface sexualmente. Ahí es donde entra Kimata, un joven nigeriano que desata la pasión carnal de Ulli (profusamente ilustrada en la novela gráfica). En plena búsqueda de su identidad, la joven confronta algunos estereotipos racistas, pero también, y aquí es donde el libro ofrece un giro sorprendente, los celos, la violencia, el maltrato y la intolerancia del propio Kimata, de modo que lo que se presenta como un sueño de liberación personal y sexual, acaba convirtiéndose en una pesadilla de la que resulta difícil escapar.

En resumen, un tebeo valiente, digna continuación de una valiosa y singular obra en marcha que sobresale en el panorama de la historieta europea actual.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios