Cómics

¿Quién detiene a los vigilantes?

  • Perseguido por las fuerzas del orden, la identidad del único luchador contra el crimen que queda en Spiral City es un auténtico misterio

Ilustración de portada.

Ilustración de portada.

Desde que el Antidios borrara de la faz de la tierra al grupo de defensores que defendió durante años la ciudad, el crimen y la corrupción se han propagado por las calles de Spiral City como un cáncer, sin un remedio contra estos males.

Tan solo existe alguien que, con sus expeditivos métodos, infunde miedo entre los asesinos, ladrones y demás ralea. Se trata de Revientacráneos, que con una imponente presencia y un cráneo metálico está dejando un rastro de cadáveres a su paso.

El capitán de la policía, Howard, mira hacia otro lado, pese a las constantes quejas de la agente Amanda Reyes, que se ha autoimpuesto la misión de atrapar al sangriento vigilante, sobre todo desde su última aparición, en la que salvó la vida de un chaval al que se llevó con él y que convertirá en su pupilo, su sidekick, Chico Esqueleto

Mientras tanto, la ciudad se prepara para el mitin del candidato a la alcaldía Tex Reed, un tipo de dentífrica sonrisa que tiene un pasado oculto que comparte con alguien muy peligroso que está encerrado en el Asilo Spiral, uno de los criminales más peligrosos del lugar, Grimjim.

Este grupo de personajes son los protagonistas de esta nueva historia enclavada en el universo Black Hammer, creado por el guionista y dibujante canadiense Jeff Lemire, al que afortunadamente ya conocemos de sobra en nuestro país, gracias a la cantidad y calidad de sus obras publicadas por Astiberri (Gideon Falls, Ascender/Descender, Family Tree…)

En esta ocasión, como ya ha venido haciendo con la serie principal, Black Hammer, y los diferentes spins off, la parte gráfica la deja en manos de un talentoso dibujante. Y en esta ocasión el calificativo se queda corto, ya que el croata Tonci Zonjic (¿Quién es Jake Ellis?; Bogavante Johnson…) hace un trabajo que tan solo puedo definir como espectacular, no tan solo en la narración gráfica, que hace que este paseo por sus páginas sea una auténtico gozo para los sentidos, sino que dota de vida propia y expresividad a los personajes.

Complicadas relaciones paterno filiales, secretos que saldrán a la luz, traumas infantiles… Lemire, como ya nos tiene acostumbrados, sabe darle una genial vuelta de tuerca al género de superhéroes y mostrarnos que tras las capas o, como en este caso, las armaduras blindadas, se ocultan personas con defectos, sentimientos y taras que hace que en la mayoría de ocasiones podamos empatizar con ellos.

Todo ello mezclado con un profundo retrato del vigilante, ese tipo de personaje tan común en el mundo del comic book norteamericano. Tipos cargados de traumas que se toman la justicia por su mano, convirtiéndose en jueces y ejecutores que, en la mayoría de los casos traspasan los límites de lo legal y moral, colocándose a la misma altura de aquellos a los que persiguen, cegados por un comportamiento vengativo, como en el caso del peligroso Revientacráneos.

El Universo Black Hammer se enriquece con una nueva pieza, que para nada es la última, ya que con esa capacidad tan brutal de trabajo que posee, Lemire ya está trabajando en nuevas miniseries y una continuación de la trama principal (Black Hammer: Reborn).

El tomo se completa con una jugosísima sección de extras, en la que guionista y dibujante comparten con los lectores el proceso de creación de esta singular obra.

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