Cómics

El enigma Lemire

  • La pregunta, a estas alturas, no es cuántos cómics puede escribir Jeff Lemire a la vez, sino cuánto Lemire es uno capaz de consumir al mes

Detalle de una viñeta de la obra.

Detalle de una viñeta de la obra.

La pregunta, a estas alturas, no es cuántos cómics puede escribir Jeff Lemire a la vez, sino cuánto Lemire es uno capaz de consumir al mes. Porque el guionista y dibujante canadiense tiene incontinencia argumental (o una hipoteca enorme) y va mereciendo una sección para sí solo en el estante de novedades: cómic de superhéroes, español, europeo, manga y Jeff Lemire. Pero tan noticiable como su pluriempleo es la calidad media de lo que entrega al mercado. El tipo está on fire.

De lo mucho que sale, a mí me gusta siempre destacar lo que le publica Astiberri, porque me parece de lo mejor, especialmente en esa vena medio indie, medio comercial que practica con los géneros populares. Aquí les pongo tres ejemplos.

El primero es Coronel Weird. Cosmagogo, la (pen)última ocurrencia dentro del universo Black Hammer, una obra en marcha con superhéroes y otras mil cosas (ciencia ficción especialmente) que se ha erigido como uno de sus trabajos mayores. La lista de spin-offs de la serie ocuparía un párrafo entero de la reseña, así que, esta vez, me limito a invitarles a que le echen un vistazo a la página web de Astiberri para hacerse una idea. Bajo este título tan de revista de Toutain, se esconde una aventura de uno de los personajes más carismáticos de Black Hammer, el coronel Randall Weird, que, para el que no lo sepa, está un poco más para allá que para acá. Son los cuatro números de la miniserie que publicó Dark Horse en 2020 y dibuja Tyler Crook (no me digan que no tiene su coña la portada del último número, homenaje a El Principito). Yo este me lo compraría si fuese usted.

El segundo es el quinto tomo de Gideon Falls, titulado Mundos perversos. Se acerca el final de esta original y perversa historieta de terror que reúne a Lemire con uno de los dibujantes con el que más nos ha hecho disfrutar en su paso por las grandes compañías. Me refiero, cómo no, al fenomenal Andrea Sorrentino (y al Green Arrow de ambos). Sólo por contemplar el espectáculo de Sorrentino ya merece la pena pagar el PVP, pero es que Gideon Falls es un cómic sobresaliente que ganó el Eisner en 2019 a la mejor serie nueva. En palabras de Brian Michael Bendis: "Gideon Falls será fácilmente considerada como una de las historias que definen la actual era del terror en los cómics". Si les va el terror imaginativo y bien, pero bien, dibujado, esta es su serie (con el próximo número, por cierto, se acaba).

El tercero y último del lote es el volumen tres de Ascender, yéndonos ahora a la ciencia ficción, perdón, a la fantasía. Y es que la cosa comenzó con la space opera y entrañable saga de robots Descender y sigue con este giro en el que el elemento tecnológico se ha sustituido por la magia. La nueva serie está vinculada a la anterior, pero se puede leer por separado, así que no se preocupen si aquella no la tienen. Los dibujos los firma Dustin Nguyen, que es otro portento. Y no lo he dicho, pero estos últimos títulos los publica Image en inglés, que ha llenado de gloria su catálogo. De gloria como Ascender.

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