Nuevos restaurantes

Sobretablas, el nuevo restaurante de alta gastronomía en Sevilla ya está abierto en El Porvenir

  • El establecimiento, puesto en marcha por la cocinera sevillana Camila Ferraro y el sumiller Robert Tetas, ambos con una larga experiencia en el Celler de Can Roca,  presenta una carta divertida en la que juegan a versionar platos como el rabo de toro o el montaito de pringá

Uno de los salones de Sobretablas

Uno de los salones de Sobretablas / Cosasdecome

Sintieron el vértigo de dejar su trabajo en el Celler de Can Roca (3 Estrellas Michelín) para emprender la aventura con la que venían soñando años. Meses de trabajo se esconden tras cada plato de Sobretablas, un establecimiento que quiere recuperar el espíritu de los restaurantes de mantel blanco donde se come sin prisas. 

Langostino con chicharrones son tres palabras con mucha letra pequeña: para elaborar este plato, Camila Ferraro coge unas manitas de cerdo y las cocina durante horas. Las deshuesa, las coloca en un molde y las rompe hasta convertirlas en unas escamas. Con estas escamas, con yema y con harina de garbanzo se rebozan los langostinos, sólo unos instantes, para que la textura del marisco contraste con esta curiosa envoltura. Camila y Robert Tetas, los propietarios del recién inaugurado Sobretablas, explican un menú que parece sencillo sobre el papel de la carta, pero que esconde años de experiencia en la hostelería y meses de trabajo para este proyecto que acaba de nacer en el barrio de El Porvenir.

Sobretablas está en el número 7 de la calle Colombia, frente al colegio Compañía de María. Una zona residencial muy tranquila, pero también muy cercana al Parque de María Luisa y la plaza de España. Es un edificio entero, casi centenario, de los construidos cuando la Exposición Iberoamericana de 1929. Primero se utilizó como vivienda, pero en los últimos años ha acogido restaurantes. Tiene como gran atractivo un gran patio con techo practicable al que los nuevos inquilinos han colocado un entoldado, pero también cuenta con una sala en la planta baja y otras dos en la parte superior. Una de ellas es doble, ya que cuenta con una zona ocupada por una única mesa redonda, que se puede aislar con una cortina del resto de la estancia, y a la que Robert ha bautizado como la “mesa clandestina”. No hay ostentación: luces indirectas, manteles de hilo en las salas, colores neutros y algún que otro toque de color. Un minimalismo tan deliberado como el de los nombres de la carta.

Agradecimiento a los Roca

Este espacio acogió el domingo 21 de octubre la inauguración. Hoy martes 23 comienza la andadura de Sobretablas, un viaje que empezó a planificarse hace mucho tiempo. En realidad, explica Robert, antes de que se conocieran trabajando en el Celler de Can Roca, ambos tenían la idea de abrir un restaurante propio. Cuando se unieron sus vidas también se unieron sus proyectos. Pero no es fácil renunciar a un trabajo -ella de jefa de Partida y el de sumiller- en un establecimiento del prestigio del Celler para dar el paso, y más cuando la relaciones son buenas y el trabajo te gusta. Camila y Robert sólo tienen buenas palabras para los hermanos Roca.

Pese a todo, un día decidieron no posponer más la decisión que estaba ya tomada. Robert recuerda la primera mañana que se despertó siendo ex trabajador del restaurante y futuro propietario de un establecimiento en Sevilla. Estaba sólo, porque Camila se había desplazado a Los Ángeles para hacer su último servicio para los Roca, la cena benéfica de los Oscar organizada por Elton John. “Me sentí como un kayak rodeado de un mar inmenso”, asegura. Para Robert, que es de Girona, esta aventura supone también mudarse y alejarse de su familia; para Camila es la vuelta a casa tras diez años de desarrollo profesional.

La explicación del nombre

El nombre de establecimiento dice mucho de su filosofía. Suena a tener experiencia, tablas, y también se refiere a eso. Pero principalmente habla de los vinos de Jerez, de esa ‘barrica cero’ donde se decide si un mosto va para oloroso o para vinagre, si tiene madera de palo cortado o de fino.  Sobretablas tiene un proyecto definido en sala y en cocina, pero llamado a evolucionar. Quieren recuperar la esencia del restaurante, la comida sin prisa y la sobremesa agradable. Los almuerzos de cinco horas que pueden finalizar hasta con un puro, porque el sumiller es un gran aficionado y cuenta con diez referencias en el restaurante, que empezarán a ofrecerse a partir de las seis de la tarde, cuando ya todo el mundo haya terminado de comer, y se podrán fumar en los espacios al aire libre que tiene el edificio.

Roast Beef de retinto con setas en escabeche

En la cocina se juega con producto de calidad para hacer guiños a la comida tradicional andaluza -aunque también a la mediterránea- a través de procesos muy elaborados y calculados. Llevan  meses preparando la carta, dándole vueltas a platos que le gustan a los dos. Un ejemplo: el rabo de toro. Han huido de los nombres de platos interminables, y este se llama simplemente Rabo de toro con puré de apionabo y trufa. Es uno de los cinco platos del apartado de carnes. Pero este rabo se acompaña por un aceite de trufa procedente de Soria, el rabo permanece 24 horas macerando en una mezcla de hierbas, verdura, oloroso (los jereces se incorporan como ingrediente en muchos de los platos) y tinto, se cocina durante cinco horas, se desmenuza, se coloca en molde, y va con una salsa muy reducida de caramelo y más vino de Jerez… A los sabores intensos de la carne le sientan bien la combinación del apionabo y la trufa, explican. “Es fácil de entender, aparentemente sencillo. Los sabores tienen continuidad y creo que quien lo pruebe dirá que la combinación es la ostia aunque el rabo de toro no sea el mejor que haya probado en su vida… aunque la verdad es que este es el mejor rabo de toro que he probado”, asegura un entusiasmado Robert.

La terraza, vista desde el exterior

La carta comienza con unos aperitivos -una especie de tapas- entre los que están los ya conocidos Langostinos con chicharrones, una Sardina curada (en sal y azúcar) con zanahorias aliñadas por ellos mismos, Anchoas de Santoña con pan de aceitunas, Ensaladilla de codorniz, Buñuelo de brandada de bacalao y Montadito de pringá. Los precios oscilan entre los 2,5 euros de la anchoa y los 4,5 de la ensaladilla o los langostinos.

Después, los entrantes, tres fríos y tres templados. Hay una Ensalada de berros (procedentes de la provincia) con lascas de foie, Roastbeef de retinto (de Carnicerías Alcázar de Vejer de la Frontera) con setas de temporada en escabeche, Tartar de gambones con pistacho y albahaca, Endivias a la brasa con quema de queso, jamón serrano y nueces de macadamia, Huevo a baja temperatura con crema de setas al oloroso y papada ibérica y Caballa al whisky. Este último plato da la vuelta al clásico Solomillo al whisky tan popular en Sevilla: la caballa, confitada, lleva un fondo de carne. Los precios: entre los 9 euros de la caballa y los 14 del roast beef.

Los pescados

En pescados, una Ventresca de Atún glaseada con ajo blanco y quinoa suflada, Corvina a la brasa con hinojo, y Rodaballo con espuma de gazpachuelo o un chipirón con arroz de su tinta… aunque el arroz está dentro del chipirón y no fuera. En carnes, además del rabo de toro, una Paletilla de cordero con berenjena y salvia que se cocina durante 18 horas hasta conseguir un sabor delicado; una Presa ibérica marinada y verduras, la Molleja de ternera con parmentier y encurtidos y un arroz de pato, un arroz seco elaborado con el caldo muy reducido del pato y que se remata con magret marcado a la plancha. Pescados y carnes tienen un precio que va de los 18 euros del cordero a los 13 del chipirón.

Los postres

Por último, los postres. Atención a este, que se llama Bombón de chocolate frito y  y es un ganache de chocolate que pasa del congelador a envolverse en una masa como de churros y a la freidora; al final es como comerse un chocolate con churros… pero un chocolate con churros en una mañana de la Feria de Sevilla, porque el chocolate lleva una influsión de naranja amarga y la sopa de chocolate blanco que acompaña al plato, azahar.

El segundo postre son unas Texturas de almendra, que juega con los sabores de la amarga y la tostada -y hasta con el licor Amaretto- para crear helado, bizcocho y crujiente. Por último está el Hojaldre de tocino de cielo con manzana, yogurt y gel de lima, unos ingredientes que contrarrestan el dulzor del clásico jerezano. Los postres cuestan cinco euros.

Esta es la carta, que cambiará con el tiempo y que dentro de un par de semanas se enriquecerá con las sugerencias, con platos fuera de carta tan especiales como la ostra con panceta de cerdo.

Los vinos

En cualquiera de los espacios de Sobretablas se pueden probar los platos de Camila, o probar las alrededor de 150 referencias de vino -35 de ellas por copa- que ha seleccionado el antiguo sumiller de El Celler de Can Roca guiándose por sus gustos, y evitando la tentación de caer en los surtidos a uso. La carta de vinos comienza por los jerezanos. Contrastan vinos exclusivos como el 1 de 15 de Bodegas Alonso (120 euros la media botella) con La Guita, al alcance de todos los bolsillos y muy del gusto de Robert. Están la manzanilla Papirusa de Lustau y las añadas de William & Humbert, que hablan de la tierra y del año, explica. La selección es personal y de lo más variada. Hay vinos del condado de Huelva, los champanes -está Moet Chandon y Dom Perignon, aunque los elogios del sumiller van para el Larmandier-Bernier-… de blancos a tintos, se suceden denominaciones de origen imprescindibles (también las francesas Burdeos y Borgoña) y menos conocidas, vinos de renombre, cosechas reconocidas, y apuestas de Robert como el Ribera Dominio del Águila.

Josep Roca hizo la primera reserva

La primera reserva para el Sobretablas la hizo el propio Josep Roca pero no para él, sino para unos amigos que vendrán en los próximos días a Sevilla; llamó en cuanto supo que estaban a punto de abrir… por la radio y de una forma bastante rocambolesca, ya que la hermana de Robert llamó a un programa que estaba regalando vinos a ver si conseguía unos para él, le seleccionaron y cuando habló en directo acabó contando la historia de su proyecto. De ahí a tener una mesa reservada sólo hubo una llamada.

Ahora, por fin, su casa está abierta, igual que lo estaba su casa en Gerona cuando organizaban unas fiestas en las que mezclaban la Feria de Abril con el Temps de Flors. “Siempre hemos sido muy anfitriones”, explican.

Horarios, localización, teléfono y un video de Sobretablas, aquí.

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