Receta ofrecida por Pasta Garofalo

Receta de Spaghetti a la carbonara

  • La auténtica carbonara lleva solo 4 ingredientes: huevos, panceta de cerdo, pimienta y queso. Prepara unos spaghetti en casa siendo fiel a la receta original italiana

Receta de Spaghetti a la carbonara

Receta de Spaghetti a la carbonara

Los spaghetti a la carbonara tienen la fama de ser una receta típica de Roma y de la región italiana de Lazio. Aunque hay diferentes versiones sobre su origen, es cierto, que este plato ha ido evolucionando e incorporando diferentes ingredientes locales hasta convertirse en una de las recetas más conocidas de la cocina italiana, y también de la mediterránea.

Aún así, no es tan fácil encontrar y degustar fuera de Italia spaghetti a la carbonara que respete la receta original. La carbonara allí nunca se elabora con ingredientes como la nata o la cebolla, la auténtica solo tiene cuatro ingredientes: huevos, papada curada de cerdo (o panceta), pimienta y queso pecorino romano (o en alternativa parmigiano reggiano o un queso manchego muy curado). Si quieres saber más sobre la receta y de cómo conseguir una salsa carbonara realmente cremosa sigue leyendo en este enlace

Ingredientes

Para cuatro personas:

  • 400 g de Spaghetti Garofalo nº9
  • 200g de papada (o panceta) curada de cerdo
  • 50 g de queso parmigiano reggiano rallado
  • 20 g de queso pecorino romano (o queso manchego curado) rallado
  • 3 yemas y 1 huevo entero
  • pimienta negra

Elaboración 

  1. Trocear la panceta de forma que quede en pequeñas tiras. Dorar en una sartén a fuego muy lento, así  quedarán ligeramente crujientes pero sin llegar a secarse.
  2. Cocer los spaghetti en agua hirviendo con sal. Mientras tanto se baten los huevos con un tenedor en un recipiente o bol grande junto a los quesos rallados y a una cantidad generosa de pimienta recién molida, hasta darle una consistencia cremosa.
  3. Escurrir la pasta y se echa en el bol sin parar de remover, una vez mezclada con la crema de huevo y queso, se añade la panceta caliente y, en caso necesario, algunas cucharadas del agua de cocción de la pasta, que se habrá dejado a parte para ello. El calor de la pasta y de la panceta será suficiente para darle a la crema la consistencia ideal, sin que el huevo llegue a cuajar del todo y por lo tanto sin secarse.
  4. En el momento de servir en cada plato se puede añadir más queso rallado y más pimienta.