Las luces se encendieron alrededor de las once y media de la noche. Sobre el escenario, la orquesta Melodías. Comenzaba la verbena en la plaza del Ayuntamiento. Unos bailaban, otros tarareaban las conocidas y comerciales canciones interpretadas por los cantantes de la orquesta, mientras otros tomaban un aperitivo en las barras y terrazas. Tras más de una hora de actuación llegaba un merecido descanso para los músicos.

En ese momento hacía su aparición en el escenario Juan Manuel Salmerón, alcalde de Abrucena que iba acompañado por Rafael Morales Ocaña, ingeniero aeronáutico y empresario, que como natural del pueblo ha sido designado este año por la comisión de festejos pregonero de las Fiestas en honor a San José 2010.

La plaza estaba abarrotada. Muy pocos abrucenses quisieron perderse las palabras de agradecimiento y los muchos recuerdos que Morales Ocaña guarda sobre sus años viviendo en Abrucena y después sus visitas a una tierra que tuvo que abandonar para buscar un futuro mejor.

En su emotivo pregón, no se olvidó de destacar algo que caracteriza a estas fiestas: su tradición taurina. Una afición que se remonta a muchos años atrás, como demuestra el cartel de la novillada de 1934 que Morales Ocaña ha tenido la deferencia de regalar al Ayuntamiento como símbolo de agradecimiento al haber nombrado pregonero.

El final del pregón dio paso a otro de los momentos cumbre de la noche: la coronación de las reinas y damas infantiles y juveniles y mister infantiles junto a la elección de Miss Turismo, cuya corona este año ha recaído Trinidad Hernández Martínez, que aunque vive en la capital visita casi todos los fines de semana el pueblo de su padre y abuelos.

El primero en subir al escenario fue Daniel Coubis seguido de otros dos pequeños. Tras imponerles las bandas de mister hacían su entrada Paula, Almudena y Carmen, tres bellezas de cuatro años que este año han sido designadas reina y damas infantiles.

Ahora era el turno de coronar a la nueva reina y damas juveniles de las fiestas de San José. Beatriz Portero, Tania Moya y Yolanda Galindo tardaron unos minutos en subir al escenario. Se vivieron minutos de incertidumbre ya que las jóvenes no aparecían pero al final hacían su entrada bajo un efusivo aplauso del público reunido en la plaza del Ayuntamiento.