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Una fiesta de pólvora en una procesión que irradia fervor

  • El itinerario de San Sebastián, acompañado por San Antonio Abad, comienza a las 19:30 horas y trascurre entre miles de cohetes y el ofrecimiento de vino y 'rosas'

Fiñana vive este miércoles el día grande de sus fiestas de invierno en honor a San Antón y San Sebastián donde los fiñaneros ha vuelto a demostrar su caracter afacble y su gran hospitalidad a propios y extraños. Fiñana celebra en esta jornada la onomástica de su patrón San Sebastián, cuya imagen recorrerá las principales calles del municipio a partir de las 19:30 horas.

Vecinos y visitantes acompañarán al santo durante el desfile procesional en el que un año más le mostraran su fervor y devoción por ser su fiel protector desde hace cinco siglos. Un recorrido en el que se lanzarán miles de cohetes en su honor. Muchos de ellos ofrecidos por devotos. Una quema que convierte el desfile procesional en una auténtica fiesta de pólvora.

La historia cuenta que en los siglos XV al XVII era habitual que muchas poblaciones afectadas por la peste en España se ampararan a San Sebastián y realizaran un voto (promesa) si el santo los liberaba de dicha epidemia.

En este motivo radica que el día de San Sebastián, que se conmemora el 20 enero, se haya convertido en fiesta grande en muchas localidades en las que se ofician actos religiosos para agradecer al santo su intercesión ante Dios.

Fiñana, junto a otras localidades de la provincia (Lubrín, Olula...), fue uno de esos pueblos que realizó este voto y, por ello, nombró a San Sebastián su patrón a finales del siglo XVI.

La procesión de San Sebastián se convierte en un gran espectaculo nocturno que se prolonga durante varias horas en las que tiene lugar una de las más viejas y asentadas costumbres populares que siguen vigentes en este pueblo. Una tradición que muestra la hospitalidad de su gente. Los vecinos abren las puertas de sus casas e invitan a los asistentes a un vaso de mosto -vino casero- y unas ricas rosas (palomitas de maiz). Un tentempié que ayuda a paliar el frío de la noche a los fieles que acompañan la imagen del patrón.

La talla actual de San Sebastián -la anterior fue destruida durante la Guerra Civil- llegó al municipio en el año 1939 procedente del Taller granadino la Inmaculada. Una imagen que es obra del escultor Domingo Sánchez Mesa.

La imagen regresó al altar mayor de la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de La Anunciación gracias a la promesa realiza por Luis Matilla Nieto, un fiñanero residente en Madrid fiel a San Sebastián.

Según cuentan en el pueblo, este hombre que siempre estaba pendiente aunque fuese en la distancia de lo que sucedía en su Fiñana natal hizo la promesa al conocer la noticia de que la talla había sido destruída de que si salía con vida de la guerra, encargaría una nueva imagen. Y así fue.

Ahora gracias a su acto de generosidad y devoción los fiñaneros tienen entre ellos al que procesan su fidelidad: San Sebastián al que sacarán en procesión como ya hicieron el pasado domingo con San Antonio Abad.

Los actos en honor al patrón despiden las fiestas patronales 2010 a las que pondrá fin mañana el tradicional juego de las ollas, donde los protagonistas son los más pequeños.

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