Rafael Sánchez Saus. Doctor en Historia

"El mundo árabe actual es la primera víctima de la idealización de Al Andalus"

  • El catedrático expone en un ensayo cómo fue la conquista musulmana de la Península, de la que saldría una sociedad alejada del "paraíso de tolerancia y convivencia que se nos pinta".

La realidad de un proceso de dominación y conquista que se ha plagado de mitos. Ésa es la nueva propuesta en la que se ha embarcado el catedrático de Historia Rafael Sánchez Saus, que acaba de publicar Al-Andalus y la Cruz (Stella Maris), un ensayo histórico en el que pretende plasmar cómo fue realmente el proceso de expansión árabe por la Península Ibérica y el nacimiento de Al Andalus.

Sale Sánchez Saus en esta ocasión de su hábitat natural -el Medievo- para adentrarse en la invasión musulmana de España y contar cómo vivieron los cristianos aquellos años de dominación, y contrastarlo con el modo en que posteriormente se ha ido contando a través de "ensoñaciones y falsificaciones interesadas que nutren un mito construido a costa de la verdad histórica".

-¿Por qué un libro sobre Al Andalus y los cristianos que allí vivieron?

-Porque, si bien Al Andalus fue un país musulmán y de cultura árabe, durante más de doscientos años los cristianos de ascendencia hispanogoda fueron ampliamente mayoritarios en él. Y luego siguieron siendo una minoría importante, aunque en declive, hasta su total eliminación violenta en el siglo XII.

-¿Cómo era la vida de los cristianos en Al Andalus?

-A lo largo de los siglos hubo situaciones muy diversas, como es lógico, pero en general se practicó con ellos una grave discriminación que afectaba a sus derechos más elementales y a todos los aspectos de la vida cotidiana. Una vida sometida a fuertes restricciones en los planos social, familiar, cultural y religioso, a una verdadera explotación económica y marginada de la vida política, con escasas excepciones. No puede extrañar que en esas condiciones muchos acabaran islamizando y otros emigrando a los reinos cristianos del norte de España.

-Dice que este trabajo se opone a los mitos que se han venido lanzando sobre el dominio del Islam en España. ¿Cuáles son esos mitos, o algunos de ellos?

-España fue conquistada mediante una dura guerra de agresión por el califato omeya de Damasco, el imperio más potente que existía entonces y que poseía un proyecto de dominio mundial. El resultado fue, como he dicho, la implantación de un sistema social y político que discriminaba y explotaba a la gran mayoría de la población y que reprimía con dureza y crueldad cualquier intento de resistencia, aunque fuera pacífico. Aunque hubo momentos de cierta tolerancia con los vencidos, a estos se les hizo sentir siempre todo el peso de su derrota. En esas condiciones, me asombra que Al Andalus pueda ser presentado como modelo de convivencia entre culturas, razas y religiones, porque fue exactamente todo lo contrario. Naturalmente, eso no disminuye el valor del legado andalusí en otros aspectos, en los que pudo ser muy brillante. Pero no podemos ni debemos ignorar sobre qué realidades de base se asentó aquella civilización, algo que a mi juicio es incompatible con el paraíso de tolerancia y convivencia que se nos pinta.

-Pero los cristianos también fueron poco tolerantes con los musulmanes tras la Reconquista, ¿no?

-Desde luego, pero no se repara en que durante los primeros trescientos años no hubo musulmanes bajo dominio cristiano, pero sí millones de cristianos bajo dominio musulmán. Cuando las tornas cambiaron, las relaciones entre las distintas religiones o leyes, como entonces se decía, ya estaban establecidas en esos términos. Incluso entonces, puede afirmarse con certeza que el trato reservado a los mudéjares, o musulmanes bajo dominio cristiano, fue bastante mejor que el que las sociedades islámicas reservaban a los cristianos.

-Se publica el libro en unos momentos en que el terrorismo islámico preocupa bastante en Occidente. ¿Cuando los islamistas árabes se refieren a la reconquista de Al Andalus, a qué se refieren?

-El mundo árabe actual es la primera víctima de la idealización de Al Andalus y de los falsos mitos que se han construido sobre su historia. Por eso no debemos extrañarnos de que muchos musulmanes crean que tienen la obligación de devolver al Islam aquel paraíso que un día se perdió. Además, en la ortodoxia islamista, toda tierra que un tiempo fue del Islam, debe volver a él por el medio que sea. Naturalmente, si algún día lo consiguieran sería por culpa nuestra, no de ellos.

-¿Se puede aprender algo de la historia de cara al presente? Es decir, ¿conocer lo que ocurrió puede servir para evitar problemas actuales?

-Eso es lo que siempre hemos dicho los historiadores, pero existen severas dudas de que sea así.

-Concluye usted Al Andalus y la Cruz diciendo que "nunca más que ahora, la verdad, frente al mito, ha resultado tan necesaria". ¿Por qué dice esto?

-Porque los mitos pseudohistóricos que han carcomido en España nuestra conciencia de nación cristiana y occidental están haciendo tambalearse el modelo social que sustenta nuestro estilo de vida. Cuando se pierde la batalla de las ideas, hay que aceptar que otros te impongan sus soluciones. Soluciones que siempre, no lo olvidemos, son muy duras para la mayoría del pueblo. De eso, precisamente, trata mi libro.

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