Es fácil atribuir a James un refinamiento, una sofisticación, cierta decadencia brillante y anaerobia, que no son sino el procedimiento para una aventura intelectual de orden cognitivo. En todo James se expresa -y en estos últimos cuentos de manera sincopada-, tanto el modo imperfecto en el que el hombre se aproxima a lo real, como su única perfección posible, más viva y misteriosa que la vida, fruto del arte. Esto significa que James no está en discordancia con su siglo (cuánto recuerda a Wilde, a veces), sino en el modo intricado y humorístico, pero clarísimo al cabo, con que sus personajes nos muestran el vericueto psicológico y el fardo de lo inconsciente.
No podemos olvidar que cuando James escribe estos relatos, cuya brevedad venía exigida por las publicaciones de entonces, está pergeñándose o ya se ha publicado la atroz cosmogonía freudiana. Tampoco debemos ignorar la obra psicológica de su hermano William, cuyo concurso y cuyo influjo es sospechable en toda su obra. Se entiende, en ese sentido, que Eduardo Berti declare incorrecto atribuir a James cierto carácter impresionista. Lo cierto, sin embargo, es que James usará la técnica impresionista, no para describir la realidad visual, sino aquello que conocemos o que creemos conocer sobre el prójimo. Según James, sólo el arte -sólo el artista-, parece capaz de completar, misteriosamente, esa incompleción con que la realidad se nos muestra. Y no únicamente por cuanto se oculta a nuestros ojos, sino por lo que nuestro entendimiento selecciona, ocluye y deforma.
El “impresionismo” de James consistiría, pues, no en una suerte de puntillismo literario, cercano al esbozo nervioso y pintoresco. Al contrario, se trata recrear, demasiado racionalmente acaso, el modo en que el ser humano escoge y malversa aquello con lo que alimentará sus opiniones y sus recuerdos. A esa impenetrable opacidad solemos llamarla lo real, lo indiscutible, lo inmediato. A pesar de lo cual, o por ello mismo, James distinguió al arte, junto a su siglo, como una suprema y postrer hechicería.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios