De libros

La felicidad, un desliz

  • El escritor sevillano Javier Mariscal González publica 'Hans', su segunda novela después de 'Tragalluvias', el viaje de un desertor por la Europa del Norte durante la Gran Guerra

El escritor Javier Mariscal González (Sevilla, 1973).

El escritor Javier Mariscal González (Sevilla, 1973). / D. S.

Javier Mariscal González (Sevilla, 1973) es uno de esos autores que, en una mirada superficial, alguien calificaría como de una Sevilla alternativa, que parece que no es Sevilla. Pero lo es, aunque no se proyecte. Es esencia de esta ciudad abierta a las influencias, que no pelea por entrar en círculos, que ama la ciudad misma, desde sus barrios populares a las afueras, por los que se ha movido en bici antes de que existiera el carril bici, a la perspectiva de sus azoteas, a los adoquines y los rincones del centro. Ama sus aristas, como ha reflejado en sus relatos y poesía (Telegramas en Domingo, Editorial Conteros, 2011) y en varias exposiciones de fotografías, recopiladas en el volumen Habitación desnuda (Editorial Palimpsesto, 2015), la otra pasión de este periodista que, tras pasar por Diario 16 o Estadio Deportivo, abandonó un oficio que consumía su tiempo por trabajos que le dejan margen para la literatura, como letraherido que es. Ahora vende productos ecológicos frente a Santa Catalina, en la tienda La Cosecha.

Hans es su segunda novela, editada por Libros Indie, después de Tragalluvias (Grupo Palimpsesto 2.0, 2013) y en la que, a diferencia de aquella, en la que la Sevilla contemporánea es un personaje más, reconocible y sorprendente, Mariscal apuesta por otro momento, los años de la Primera Guerra Mundial, y otros territorios, la Europa del Norte, un espacio brumoso, de ocres y lluvias, como las pinturas de Turner, a las que hace referencia en el relato, en el que tampoco faltan los guiños al Sur. Una de las obras del pintor inglés, Lluvia, vapor y velocidad, ilustra la portada del volumen.

Según señala el propio Mariscal, esa ambientación suponía un "reto literario", al salir de lo que conoce en primera persona y forzar su imaginación como autor. Le fascinan las culturas del Norte y ha viajado por Suecia, en donde ha llegado a exponer sus fotografías. En cuanto a la Primera Guerra Mundial, destaca que es "esa época en la que el ser humano se dio cuenta de la capacidad de destrucción de la que era capaz" y supuso, por otro lado, un nuevo comienzo, sobre todo en el arte a partir del dadaísmo, que surge en 1919.

'Hans' ha sido editada por Libros Indie. 'Hans' ha sido editada por Libros Indie.

'Hans' ha sido editada por Libros Indie.

Es la historia de una deserción, la de Hans Nilsson, soldado alemán de 31 años, que antes había trabajado como profesor de literatura y que deja su fusil y las trincheras en Neufchateau, en los alrededores de Bélgica. Emprende un largo viaje hasta Farösund, en Suecia, donde vive un tío materno al que apenas conoce pero en el que espera hallar refugio, en la isla de Gotland, un enclave que Mariscal ha visitado, en el que los vikingos enterraban sus tesoros, lleno de ermitas y donde situó la escritora de Pippi Calzaslargas –fugaz e inesperado personaje en una parte del relato– la acción de su libro.

Insomne y agotado por lo vivido, Hans se va cruzando con otros personajes desorientados por la deshumanización de la guerra y sus efectos. Supervivientes de miserias de la época y del aislamiento, que se ayudan. Con algunos apenas habla. Con otros, sí, "con tantas diferencias entre ambos que cualquier tema se volvía conferencias". La "culpa, el abandono, la soledad, la búsqueda insaciable de vida cuando uno se siente vacío por dentro", están presentes, como recuerda el escritor, que señala que el viaje le ha permitido "colgar" a lo largo del relato sus personajes y sus "diferentes miradas a la vida, desde cierta ternura".

Con la prosa poética que caracteriza la escritura de Mariscal –"Mi cansancio tenía espinas", dice Hans en un momento dado–, la novela sumerge al lector en el sinsentido de las guerras: "¿Por qué no han huido todos como yo, dejando el frente desierto, el campo lleno de minas para que los dueños del mundo jueguen a la rayuela?". Y se repite la temática de personajes desamparados, con el anhelo de encontrarse con quien sepa mirarlos y comprenderlos, de descubrir lo que no se dice o no se sabe cómo decir, pero capaces de vivir, pese a sus circunstancias, un "desliz de felicidad", como lo tiene una novela aparentemente oscura y pesimista en su arranque y en la que no faltan las pinceladas de metaliteratura y diálogo con el lector.

Tanto Hans como Tragalluvias son dos recomendables opciones para acercarse a uno de los autores sevillanos menos conocidos, pero con una voz propia tan compleja e interesante como esa ciudad cargada de matices por la que transita.

Javier Mariscal González trabaja en la actualidad en un libro de relatos cortos que ya tiene título: Historias de Pickman, nombre que toma prestado de la principal avenida de su barrio sevillano.

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