Responsabilidad Generacional Corporativa | Crítica

Una época en estos poemas

  • Fernando Camacho publica su primer poemario, un conjunto en el que resuenan potentes ecos generacionales

Fernando Camacho.

Fernando Camacho. / D. S.

Tomando una expresión recurrente en el ámbito laboral de hoy día, el poeta Fernando Camacho publica su primer libro de poemas, Responsabilidad Generacional Corporativa. Un poemario en el que abundan las referencias generacionales, los lugares comunes de un tiempo actual, tantas veces definido: el desencanto, la precariedad, la apatía, la desilusión. En sus páginas leeremos la generación que ha vivido, con internet, con la crisis económica de 2008, una interrupción del mundo tal como lo conocieron las generaciones anteriores a los millennials; en sus páginas leeremos esa generación que tiene que construir su propio futuro, pero sin las herramientas que sus mayores dejaron; es decir, sin demasiadas respuestas heredadas.

Portada del libro. Portada del libro.

Portada del libro. / D. S.

Fernando Camacho nos retrata esa promoción que crece casi a ciegas: "Generación descalza y desvestida / que sueña que el asfalto / es arena de playa y que sus plantas / de los pies, magulladas, / se posan sobre granos de alegría". Los poemas de Responsabilidad Generacional Corporativa recuerdan a los de Ángel González o a los de Gil de Biedma. En sus métricas, en sus musicalidades. Incluso en cierta apariencia estética. Suena el conocido Apología y petición del autor de Las personas del verbo cuando leemos Fábula de los gobiernos, de Camacho.

El tono confesional, los coloquialismos, pequeñas dosis de ironía -"No todo va a ser malo en un entierro, / no todo va a ser bueno en una fiesta"-, poemas de circunstancias, emoción lograda. Los rasgos principales de lo que se suele llamar poesía de la experiencia -una etiqueta vaga donde las haya- es lo que nos encontramos en los poemas de Fernando Camacho. En un libro que contiene poemas reseñables: La banalidad del mal (larga vida a doña Hannah), Pienso en mi muerte a veces o Muerte de un querido amigo, con su cierre preciso y hermoso: "yo tan solo quisiera / hablar contigo, amigo mío, / sin parecer un loco".

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