Olimpismo | Juegos de Pekín 2022

Beat Feuz corona su brillante carrera con un oro olímpico en descenso

  • El suizo, que cumplirá 35 años el próximo viernes, se impone en la prueba reina del esquí alpino en la exigente pista de Yanqing

Beat Feuz posa con la medalla de oro de Pekín 2022.

Beat Feuz posa con la medalla de oro de Pekín 2022. / CHRISTOPHE BOTT | Efe

El suizo Beat Feuz, que el próximo viernes cumplirá 35 años, coronó su brillante carrera deportiva al proclarse campeón olímpico de descenso, la prueba reina del esquí alpino, de los Juegos de Pekín 2022, que se disputó este lunes en la exigente pista de Yanqing, en la que el francés Johan Clarey -de 41- capturó la medalla de plata y el austriaco Matthias Mayer, la de bronce.

Feuz , campeón del mundo, ante su afición, en los Mundiales de St. Moritz 2017, 'voló' sobre la dura nieve artificial de la pista de Yanqing, donde el viento había obligado a aplazar a este lunes una prueba inicialmente prevista para el domingo; y logró la victoria más importante de su carrera deportiva al cubrir los 3.152 metros de la vistosa pista 'Rock' -con salida a 2.179 metros de altitud y un desnivel de 894- en un minuto, 42 segundos y 69 centésimas, una décima menos que Clarey, el otro 'ganador' del día; que, a los 41 años, se convirtió en el medallista olímpico de más edad de toda la historia del esquí alpino.

Mayer, doble campeón olímpico -de descenso, en los Juegos de Sochi (Rusia), hace ocho años; y de supergigante, en los de PyeongChang (Corea del Sur), hace cuatro- se quedó a 16 centésimas de Feuz y se conformó esta vez con la medalla de bronce. En una carrera en la que abrió pista su compatriota Vincent Kriechmayr, que, en su condición de actual campeón del mundo de la disciplina -el año pasado, en Cortina d'Ampezzo (Italia), donde también capturó oro en el supergigante-, también partía entre los favoritos.

El crono de Kriechmayr -octavo al final-, de 1:43.45, se erigió en la primera referencia válida en la exigente y bonita pista de Yanqing, cuya muy dura nieve artificial la hacía aún más complicada; lo que se constató inmediatamente después con la caída del alemán Dominik Schwaiger.

Schwaiger, que salió con el dorsal 2, se accidentó en el tercer cuarto del recorrido -donde no pocos perdieron toda opción- y fue evacuado en camilla. Por ese motivo, y para arreglar las redes de protección contra las que por fortuna sólo se dañó un brazo el alemán, la prueba quedó interrumpida, poco después de su arranque, durante más de diez minutos.

Mayer, con el 9, había sido el primero en mejorar el crono de su compatriota Kriechmayr. Un tiempo al que no se acercó demasiado el noruego Aleksander Aamodt Kilde, líder de la Copa del Mundo de la disciplina y que el viernes había marcado el mejor tiempo de los entrenamientos -en el segundo: el tercero se suspendió, también, a causa del fuerte viento-.

Kilde quería suceder a su compatriota Aksel Lund Svindal (ya retirado, que hace cuatro se había proclamado en Corea, con 35 años, el campeón olímpico más veterano del esquí alpino) en el historial de la prueba. Pero esta vez se tuvo que conformar con el quinto puesto, por detrás del canadiense James Crawford.

Si te has anotado las últimas cuatro ediciones de la Copa del Mundo de Mundo de la modalidad y, además, vienes de ganar hace dos semanas en la monstruosa 'Streif' el descenso de Kitzbühel (Austria), eres favorito, sin duda, al oro olímpico. Algo así se habrá imaginado en la salida Feuz; que, días antes de ganar el Hahnenkamm, había sido padre, circunstancia que algunos vinculan a la buena suerte.

Beat Feuz vuela por la pista olímpica. Beat Feuz vuela por la pista olímpica.

Beat Feuz vuela por la pista olímpica. / CHRISTIAN BRUNA | Efe

Natural de Schangnau, en el cantón de Berna, Feuz demostró, sin embargo, que no es supersticioso. Ganó con el dorsal 13, al arrojarse sin prejuicios por la difícil pista china. En la que también lo bordó Clarey, un esquiador que nunca ha ganado una gran carrera, pero que habrá dado por buena toda sus trayectoria deportiva con la plata de este lunes.

Mayer pudo haberse convertido en el primer esquiador alpino en ganar tres oros en tres Juegos distintos desde que lo hiciesen la italiana Deborah Compagnoni y el noruego Kjetil Andre Aamodt.

El campeón carintio se marchó contento con el bronce, y aún podría emular a los anteriores este martes, en el supergigante, que también disputará el español Adur Etxezarreta, notable decimoséptimo este lunes. El donostiarra quedó a un segundo y 43 centésimas de Feuz y que compartió ese puesto con el alemán Andreas Sander.

Marco Odermatt, líder de la general de la Copa del Mundo y que con 24 años promete muchísimas más alegrías deportivas a la afición suiza, también contará de nuevo entre los favoritos en el 'súper', después de haber concluido séptimo este lunes, por detrás del italiano Dominik Paris, que ocupó la sexta plaza. 

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