Europeo de Balonmano 2022

Los Hispanos sufren pero se acercan a las semifinales (25-26)

  • El cuadro español vence con mucho sufrimiento a Rusia y da un paso de gigante para estar en la siguiente ronda

La celebración de la victoria de los españoles ante Rusia

La celebración de la victoria de los españoles ante Rusia / Efe

La selección española de balonmano dio un nuevo paso hacia las semifinales del Europeo de Hungría y Eslovaquia, tras imponerse este viernes por 25-26 a Rusia, en un encuentro en el que el conjunto ruso dispuso con el reloj ya a cero, y tras revisar los colegiados una jugada en el vídeo, de un lanzamiento de penalti para empatar que Igor Soroka estrelló en un poste.

Fiel reflejo del sufrimiento que padeció en todo momento un conjunto español, que a falta de catorce minutos para el final contaba con una desventaja de cuatro goles en el marcador (22-18) que parecía condenar a España a una inesperada derrota.

Cuando peor pintaban las cosas para los "Hispanos", el conjunto español se aferró a su mejor arma, al defensa, que con el paso a la variante 5-1 ordenado por Jordi Ribera, permitió a España no sólo igualar la contienda, sino ponerse por delante (24-25) a falta de siete minutos para la conclusión.

Una mínima renta que el conjunto español, muy espeso en los minutos finales en ataque, logró retener gracias a un intenso trabajo defensivo, en el que una vez más el portero Gonzalo Pérez de Vargas tuvo un papel fundamental.

Una parada final de Pérez de Vargas pareció dar el triunfo al equipo español, pero los colegiados tras revisar en el video la última jugada, señalaron un penalti favorable al equipo ruso, que con el reloj a cero tuvo la oportunidad de empatar.

La figura de Gonzalo Pérez de Vargas, pese a no detener el lanzamiento, se agigantó para el ruso Igor Soroka, que en su intento de evitar al guardameta español estrelló el balón en un poste.

Ese fallo permitió a España alzarse con un triunfo (25-26) que pone a los de Jordi Ribera, que cuentan por victorias todos sus encuentros en el torneo, muy cerca de las semifinales.

Eso sí, no sin sufrimiento, ya que los "Hispanos" padecieron lo imposible en un choque en el que la selección española pareció acusar el esfuerzo que realizó apenas veinte horas antes para doblegar a Alemania.

Una circunstancia que no pareció afectar al conjunto ruso que, pese a contar con apenas un par de horas más de descanso que el equipo español, apostó desde el inicio por dotar de la máxima velocidad posible a sus transiciones para impedir que la selección española pudiese hacer los cambios ataque defensa.

Ese planteamiento no pudo salir mejor a los de Velimir Petkovic, que no sólo lograron sorprender una y otras vez a los "Hispanos" con sus rápidas acciones de contragol, sino que impidió además adquirir al conjunto español la solidez defensiva que mostró ante Alemania.

España estuvo condenada a un incómodo partido en el que volvió a brillar, como viene sucediendo a lo largo de todo el campeonato, el central Agustín Casado, que firmó cinco de los doce goles que los de Jordi Ribera anotaron en la mitad.

Incitado por la defensa rusa, refugiada constantemente sobre la línea de seis metros, a buscar el lanzamiento exterior, el conjunto español se olvido de el juego con los extremos y se empeñó en demostrar que también sabe anotar desde lejos.

Una situación que, pese al acierto de Jorge Maqueda, sólo sirvió para que el portero ruso Victor Kireev engordara sus cifras.

Rusia pudo presumir de portero, pero igualmente brillante fue la actuación del guardameta español Rodrigo Corrales, que cerró el primer período con nueve intervenciones, incluida una a lanzamiento de penalti.

Paradas que sirvieron para ir consolidando poco a poco la defensa del equipo español, que en el momento en el que mostró mínimamente su auténtico nivel, comenzó a generar numerosos problemas al ataque ruso.

De este modo, España comenzó a contabilizar recuperaciones de balón, pero a diferencia de encuentros anteriores, los jugadores españoles se mostraron especialmente erráticos a la hora de culminar los contraataques.

Esos fallos impidieron a los de Jordi Ribera distanciarse en un marcador, que reflejó el único gol de ventaja (11-12) con el que los Hispanos se marcharon al descanso.

El panorama se volvió todavía más inquietante para la selección española en una arranque de la segunda mitad, en el que España lastrada por sus errores en el lanzamiento se vio en un visto y no visto con una más que inquietante desventaja de tres tantos (18-15) en el marcador.

La diferencia obligó a reaccionar al seleccionador español Jordi Ribera, que ordenó el paso a una defensa 5-1 con la presencia en el Airor Ariño en el puesto de avanzado, para tratar de contener los lanzamientos del lateral Dmitrii Santalov, que contabilizaba cuatro tantos en el segundo tiempo.

Pero ni así reaccionó el equipo español, que siguió permitiendo lanzar con toda comodidad no sólo a Santalov, sino también al otro lateral, el zurdo Nikita Kamenev, que disparó la ventaja rusa hasta los cuatro tantos (22-18).

Con España contra las cuerdas, surgió la mejor versión del equipo español que con sus continuos cambios de la defensa 6-0 a la 5-1 y luego vuelta a la 6-0 logró frenar la racha del conjunto ruso para igualar la contienda (23-23) a falta de diez minutos para la conclusión.

Un tiempo en el que el conjunto español pareció destinando a la victoria tras situarse por delante en el marcador (24-25) a menos de siete minutos para el final, pero el atascó ofensivo condenó a los Hispanos a sufrir hasta el final para lograr un triunfo (25-26) que lo pone con un pie en la lucha por las medallas.

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