Valencia-Celta

El Valencia aprovecha los errores defensivos del Celta (1-2)

Un lance del partido.

Un lance del partido. / EFE

El Valencia aprovechó en Balaídos los errores defensivos del Celta para sumar su segunda victoria como visitante esta temporada (1-2), un triunfo que prolonga su racha de cinco jornadas sin perder, al tiempo que reveló los problemas del equipo gallego en ataque cuando perdió por lesión a Aspas.

El inicio de partido fue el que imaginó Coudet en su plan. Con una presión alta, el Celta ahogó con varios jugadores una salida con la pelota de Alderete. El defensa se equivocó. Brais Méndez recuperó el balón, Aspas encaró a Guillamón con maestría y culminó luego con oficio ante Cillessen. Un gol en la primera aproximación del equipo celeste.

Sin embargo, Aspas se lesionó en esa jugada y solicitó el cambio, con gestos de una lesión muscular en el aductor derecho. Coudet metió a Tapia para reforzar el centro del campo; ese retoque desplazó a Brais Méndez a la delantera y a Beltrán hacia la banda derecha.

No tuvo tiempo el Celta para acomodarse a ese nuevo arreglo porque, tres minutos después de la marcha de Aspas, un grave error de Dituro facilitó el empate. El portero pretendía iniciar el ataque con un pase corto, pero apareció Maxi Gómez para presionarle, provocar el fallo, un mal despeje de Dituro que regaló el gol del empate a Hugo Duro.

El partido quedó desde ese momento equilibrado, con más posesión de la pelota para el conjunto celeste, aunque con pocas ocasiones, más allá de un remate de Araujo que tocó Cillessen y de una falta lateral que cabeceó desviada Brais Méndez. El Valencia se refugió en su campo, a la espera de algún contragolpe.

El Celta abrió el segundo tiempo con un par de avisos, un disparo desviado de Santi Mina y un tiro de falta flojo de Brais Méndez. Pero su condena volvió a estar en la defensa. Un fallo en cadena facilitó otro gol del Valencia: un pase con la mano sin precisión de Dituro, un mal control de Kevin, el desacierto de Aidoo y Araujo para cortar un centro de Gayá; finalmente, Maxi Gómez marcó en el mano a mano ante Dituro.

El Celta mostró sus carencias atrás. El Valencia apretó. Subió la intensidad. Perforó continuamente la banda derecha del equipo vigués. Racic rozó el tercer gol, después de otro centro de Gayá desde el carril izquierdo. Respondió de inmediato el Celta: Santi Mina cabeceó un centro de Cervi, un buen remate al que contestó con una grandísima estirada Cillessen.

El dominio se le fue escurriendo al equipo de Coudet ante la solidez del Valencia. Fue el guión que deseaba Bordalás. Control del ritmo en un partido trabado, con muchos parones. Su equipo estaba cómodo. Encontraba espacios, y peligro, por la banda de Gayá, del que volvió a salir un gran centro que, tras acomodarle el balón Maxi Gómez, malgastó Soler.

El Celta se nubló en ataque. Sin Aspas, con escasa aportación de los cambios de Coudet, una chilena de Brais Méndez fue la única oportunidad para intentar empatar un partido que el Valencia orientó hacia un estilo pantanoso que anuló al Celta, escaso de ideas, sometido al oficio valencianista, que tuvo en los últimos minutos varios contragolpes para sentenciar con más ventaja su visita a Balaídos.

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