Copa del Rey | Rayo-Villarreal

Fernando Niño y Cazorla apartan al Rayo de la Copa del Rey (0-2)

  • Los dos goles consecutivos casi al final del partido dan el pase a cuartos al Villarreal

Fernando Niño celebra su gol.

Fernando Niño celebra su gol. / EFE

Dos goles consecutivos casi sobre la bocina de Fernando Niño y Santi Cazorla, ambos suplentes de inicio, permitieron al Villarreal acceder a los cuartos de final de la Copa del Rey a costa del Rayo Vallecano.

Poco que perder y mucho que ganar tenían los locales, que afrontaban la eliminatoria con la tranquilidad de haber sorprendido al Betis en la ronda previa y la confianza derivada de su buen momento de resultados en liga.

Más presión tenía el equipo amarillo, consciente de que el torneo copero no es solo una buena oportunidad para pelear por un gran título, sino también una vía alternativa rumbo a las competiciones europeas.

A lomos cada uno de sus propios motivos, lo cierto es que en el arranque ambos ofrecieron un bonito espectáculo. Abrieron el fuego cruzado los visitantes con dos tiros desde la frontal, uno de Ontiveros que se marchó alto y otro de Moi Gómez que detuvo Morro en dos tiempos.

Lejos de acobardarse, los madrileños optaron por enseñar los dientes y quien comenzó a sufrir fue el rival. Un hombre fue clave en ese paso adelante, Isi Palazón. El futbolista procedente días atrás de la Ponferradina disfrutaba de la alternativa, aunque viéndole moverse por el campo alguno podría decir que llevaba diez años en el equipo.

Sin dimitir de sus obligaciones defensivas, el atacante estuvo en casi todas las acciones que llegaron al área contraria. Así, tras avisar con un golpeo que pasó cerca de un poste, construyó una excelente jugada con Tito que acabó rematando en el segundo palo Andrés Martín. Otro Andrés, Fernández, le negó el gol con una excelente parada.

Antes lo intentó también Mario Suárez, pero su tiro se perdió más allá de la línea de fondo por poco. Fueron los mejores minutos del equipo franjirrojo, a los que respondió el Villarreal con un disparo potente de Ontiveros que repelió bien Morro antes del descanso.

De vuelta al verde volvieron a salir peleones los rayistas, pero tuvieron enfrente una versión más sólida del Villarreal. El resultado de esa mezcla fue de nuevo una sucesión de alternativas.

El primero en amenazar fue Montiel, que hizo estirarse al arquero como consecuencia de un impacto desde unos veinte metros posterior a una falta sacada en corto. Acto seguido Mario Suárez, en una oportunidad análoga a la que había tenido en la primera parte, rozó un poste en una llegada desde segunda línea.

Javi Calleja sacó del banquillo a Fer Niño y a Cazorla. Que uno y otro podían ser claves se vio nada más pisar el césped cuando el segundo dibujó un cambio de juego impecable al que dio continuidad Ontiveros, que dejó el balón de cara a Quintillà. Marcó éste, pero el gol fue anulado por fuera de juego en el inicio de la acción tras consulta del árbitro al VAR.

No fue la única situación en la que intervino el videoarbitraje. También lo hizo en un posible penalti por mano del Rayo. No se concedió la pena máxima, pero nada más se esfumó la incertidumbre Rubén Peña sacó rápido de banda para Trigueros, que envió el balón al área y Fer Niño marcó.

En cuestión de instantes el golpe se convirtió en mazazo para el anfitrión cuando Chukwueze asistió a Cazorla y desde la media luna éste firmó un latigazo seco y raso que tocó en un poste antes de alojarse en las mallas. En dos minutos, el Villarreal sentenció el duelo para meterse entre los ocho mejores de la Copa.

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